Recuerda que el alcohol siempre hay que tomarlo con moderación
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Parece ser que, día sí y día no, aparece un nuevo artículo ensalzando los beneficios del vino tinto (o del vino blanco o de todos los vinos). Veo que todas mis amigas los comparten entre sí en sus muros de redes sociales y comentan cosas como, “ya sabéis, ¡noche de chicas!” y, para ser sincera, me siento un poco al margen. No es que no me guste el vino, todo lo contrario. Lo que pasa es que mi bebida preferida para celebraciones es el whisky, no el vino… y nunca se ven artículos circulando sobre los beneficios para la salud que tiene el whisky.
Hasta ahora. Para deleite de muchos, MSN empezó el 2018 con un artículo sobre que el whisky es tan sano como el vino tinto… o que, de hecho, quizá sea incluso mejor.
En un discurso en la conferencia EuroMedLab en 2005, el doctor Jim Sawn, que es asesor en la industria de bebidas, informó de que el whisky contiene más ácido elágico (un antioxidante que combate los radicales libres) que el vino tinto. “Se habla mucho en las noticias sobre los beneficios para la salud de los antioxidantes del vino tinto. En cambio, se ha dicho poco sobre la ciencia de la destilación de whisky de malta”, afirmó el Dr. Swan.
“Sin embargo, las investigaciones han demostrado que hay mayores beneficios para la salud en las personas que beben whisky de una sola malta que en quienes beben vino tinto. ¿Por qué? El whisky de una sola malta tiene más ácido elágico que el vino tinto”.
De acuerdo, quizás la investigación del Dr. Swan sea un poco parcial. No obstante, existen numerosos estudios diferentes que demuestran que el whisky es bueno para todo, desde curar un resfriado común a prevenir ictus isquémicos… y la mejor noticia es que el whisky es una buena opción para todo el mundo (exceptuando niños, claro está).
Es bien sabido que el whisky aumenta significativamente la capacidad del cuerpo para regular la insulina y la glucosa, lo cual lo convierte en la elección ideal para diabéticos. También ayuda a prevenir la demencia, potencia el sistema inmunológico y ayuda a perder peso.
Esto último es sobre todo porque el whisky no tiene azúcar, una de las razones por la que es mi opción personal favorita. Solamente un vaso de vino tiende a causarme un leve dolor de cabeza, pero más de uno ya me garantiza que me levantaré por la mañana hablando pestes de las uvas y buscando desesperadamente el ibuprofeno.
El whisky nunca ha tenido ese efecto, cosa que quizás se deba a su bajo nivel de azúcar o su falta de taninos (P.D.: todo lo que sé de vino lo aprendí en la película Entre copas). Personalmente, creo que es la ausencia de taninos, porque el motivo real por el que el whisky es mi bebida favorita de siempre es que sabe delicioso con chocolate.
No es ninguna broma, el whisky y el chocolate es la mejor combinación de sabores de toda la existencia. Está tan rico que ni siquiera me gusta beber whisky si no estoy comiendo también chocolate. (Sin embargo, sí como chocolate independientemente de lo que beba. El chocoholismo existe, por si no lo sabíais). Es cierto que podría decirse que el poder adelgazante del whisky queda anulado por la combinación con grandes cantidades de chocolate, pero oye, sigo potenciando mi sistema inmune y manteniendo a raya mi demencia, y disfrutando cada momento del proceso. Así que, ¡brindemos por el whisky!