Mira la número 7. ¿Quién lo iba a decir?El 28 de enero es la fiesta de este gran santo y doctor de la Iglesia, el patrón de los estudiantes y las escuelas católicas. Tomás es uno de los filósofos y teólogos más brillantes de toda la historia de la Iglesia católica.
Quizás debido a su reputación de peso pesado intelectual, tal vez nos parezca un poco intimidante. ¿De verdad puedo identificarme con un santo medieval que se pasó la vida sumergido en libros y en la enseñanza? ¡Pues sí!
Tomás fue un santo muy humano, alguien que puede ser un gran modelo para nosotros de muchas formas diferentes. Tomás, que físicamente era un hombre corpulento, era un gigantón amable, conocido por su humildad y su bondad hacia los demás. Aquí tienen algunas curiosidades sobre él que les divertirá saber:
1. Nació y se crió en un castillo
Tomás pertenecía a una familia pudiente de Roccasecca, Italia. Tenía tres hermanos y cinco hermanas.
2. Durante toda su vida le aterrorizaron las tormentas
Probablemente porque, teniendo él unos dos años, su hermana bebé murió tras caerle un rayo mientras ambos dormían la siesta en la misma habitación. Más adelante en su vida, Tomás siempre llevaba un reliquia de santa Inés y le rezaba por protección durante las tormentas.
3. Siendo un niño fue enviado a estudiar al famoso monasterio de Montecassino
Permaneció allí hasta pasada la adolescencia y probablemente se convirtió en oblato benedictino. Allí, Tomás pudo aprender de los escritos espirituales de san Juan Casiano, que atesoró durante toda su vida.
4. Se escapó de casa para seguir su vocación dominica
Su familia no habría puesto pegas a que permaneciera en Montecassino con vistas a convertirse en abad. Pero no podían entender por qué Tomás quería hacerse dominico. Para ellos era un escalón abajo en el mundo, ya que los dominicos eran predicadores itinerantes e iban por ahí pidiendo limosna. Intentaron persuadirle para que abandonara esa idea, pero no funcionó.
5. Era obstinado
Cuando su familia descubrió que se había unido a los dominicos, un grupo de soldados liderado por su hermano Rinaldo capturó a Tomás y lo llevó de vuelta a casa. Se pasó casi un año bajo una especie de arresto domiciliario mientras su familia intentaba persuadirle de que renunciara a su sueño. No lo hizo.
6. Le llamaban “buey mudo”
A menudo se malinterpreta la expresión como “buey tonto”, pero sus estudiantes no se referían a que no fuera inteligente. Le llamaban así porque era muy silencioso y no hablaba mucho.
7. Tenía una letra terrible
Su escritura era tan mala que en latín la llamaban littera inintelligibilis. Así que, si alguna vez te han criticado tu letra, sé fuerte, ¡eres como Aquino!
8. Podía dictarle a dos o tres asistentes a la vez
Su letra no importaba porque normalmente dictaba a sus asistentes. Aunque parezca increíble, está bien documentado que Tomás podía dictar a varios de ellos al mismo tiempo. Podía pensar mucho más rápido de lo que podía escribir.
9. Nunca criticaba a las personas; solamente a las ideas
Lo más cerca que estuvo nunca de criticar a alguien en sus escritos fue cando calificó de stultissimus la opinión de un tal David de Dinant, algo que podríamos traducir libremente como “¡vaya estupidez de idea!”. Pero era la idea lo que criticaba, no a David.
10. Era extremadamente humilde y sometió toda su obra para valoración de la Iglesia
Poco antes de morir, expresó: “He enseñado y escrito mucho (…). Todas las enseñanzas que escribí manifiestan mi fe en Jesucristo y en la Santa Iglesia católica, a cuyo juicio las ofrezco y someto todas”.
¡Amén! ¡Santo Tomás de Aquino, reza por nosotros!
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Sor Marianne Lorraine Trouvé ha publicado un libro nuevo sobre santo Tomás, Thomas Aquinas, el volumen más reciente de la serie Saints by Our Side. La autora es famosa por su blog Thomas for Today, del cual se ha reeditado este artículo con su amable permiso.