Dicen que aquí existe una maldición que impide a Argentina salir, de nuevo, campeona del mundo de fútbol
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A cien días del Mundial de Rusia 2018, comienzan a perfilarse los planteles que animarán el espectáculo deportivo más popular del planeta. Cada selección ya eligió su lugar de entrenamiento y concentración. La Argentina lo hará en Barcelona, muy lejos de Tilcara, Jujuy, al norte de su país, donde se entrenó la última vez que salió campeona del Mundo.
Ocurre que para aclimatarse para disputar el Mundial en México 1986, donde la altura del DF condiciona el rendimiento de los jugadores acostumbrados a la llanura, la selección dirigida entonces por Carlos Salvador Bilardo eligió este paraje del norte argentino histórico por sus antiguas y humildes construcciones e imponente por sus magníficos paisajes. Ubicado en la quebrada de Humahuaca a una altura media de 2500 metros sobre el nivel del mar, cuenta con una población que supera apenas los 6 mil habitantes.
Los cerros acosan sigilosamente los cielos en Tilcara, revelando su historia en los colores de sus paredes que pueden contemplarse violetas, rojas, rosas, amarillas… La antigua fortaleza de piedra Pucará de Tilcara evoca además su importancia entre los aborígenes. En el pueblo, sus bajas construcciones indoamericanas coinciden con calles medievales europeas, casi como revelando no tan solo la historia del hombre en estas tierras, sino la misma historia americana en general. Tilcara, como su hermana Pumamarca y otros pequeños parajes de la quebrada, son para contemplar.
Cuenta la reciente tradición convertida en leyenda que cuando la selección de Bilardo, con Diego Armando Maradona a la cabeza, entrenó por estos pagos, se acercó a la patrona de Tilcara, la Virgen de Copacabana de Punta Corral para encomendarse antes de la cita mundialista. Se dijo durante mucho tiempo que el plantel hizo una promesa de regresar si podían salir campeones. Y pese a que algunos regresaron, se dijo durante un tiempo que pesaba sobre la Argentina una maldición que le impediría volver a salir campeón por la promesa incumplida. La historia, desmentida por el arquero campeón del mundo Nery Pumpido que aclaró recientemente que el plantel se había encomendado a la Virgen de Luján con una promesa que cumplieron, habla de la popularidad de una advocación mariana muy querida en estos pagos.
María, que jamás arrojaría maldiciones y que seguramente atendió a las oraciones de sus hijos durante ese mes que estuvieron en Tilcara, es conocida en este paraje como la Mamita de los Cerros.
Se cuenta en estas tierras Nuestra Señora se le habría aparecido en 1835 al campesino don Pablo Méndez vestida de reluciente blanco, quien al regresar al día siguiente encontró una piedra en el lugar, similar a la imagen ya popular por entonces de Nuestra Señora de Copacabana, en Bolivia. Aunque la piedra fue trasladada, habría regresado luego al lugar en el cual fue encontrada.
Durante un tiempo hubo disputa entre Tilcara y Tumbaya sobre la pertenencia de la Virgen. De hecho son dos las imágenes de la Virgen de Copacabana de Punta Corral que se veneran en la Quebrada de Humahuaca: una de ellas desciende durante el Domingo de Ramos a Tumbaya y la otra el Miércoles Santo a Tilcara. Son decenas de miles los que le honran en una u otra ocasión acompañados por bandas de sicuris y distintas muestras de afecto que dan color a la Semana Santa.
Pocos lugares en el mundo acompañan con sus paisajes las procesiones y las peregrinaciones como lo hacen por estos pagos de la quebrada de Humahuaca. Si se busca un lugar para preparar y vivir la Semana Santa, sin duda estos pueblos jujeños son una gran opción.