See2sea recoge redes a un ritmo de una tonelada diaria y los mismos pescadores son los “voluntarios”
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Aparentemente son unas gafas normales, con la montura de plástico. Pero no. Son gafas “con conciencia”, porque quien las lleva sabe que gracias a esa compra ha sido posible extraer 10 kilogramos de basura del mar por cada par. Esta es la tarea de Sea2see, una marca innovadora que aspira a generar espíritu ecologista entre los usuarios.
Sea2see es una joven y pequeña empresa europea que actúa en un aspecto muy concreto: la limpieza de las aguas de nuestros mares.
Para ello, su primer radio de acción es la costa mediterránea, donde ha concienciado a los pescadores para que no ensucien las aguas con las redes de desecho.
El CEO de Sea2see, el belga François van den Abeele, llegó a un acuerdo con las autoridades portuarias y las cofradías de pescadores de la costa catalana, en España, de manera que cada 3 días se recoge una tonelada de plástico del mar.
“El 90% del material de las redes -explica- puede ser reciclado, por lo que se contribuye de una forma directa al cambio y a la economía circular: el mar nos aporta alimento y nosotros limpiamos el mar para que siga produciendo en buenas condiciones”.
Van den Abeele asegura que “los pescadores son los primeros que se muestran agradecidos por la iniciativa de fabricar gafas con residuos plásticos del mar. Y a la vez son muy conscientes de que tienen que cuidar su medio de vida si quieren seguir obteniendo pescado”.
El plástico recogido se lleva a una planta de reciclaje y se prepara en bolitas. Lo que se descarta, casi siempre puede ser empleado como hilo de nylon finalmente y solo queda un 10% sin poder reciclar.
Van den Abeele tiene 2 hijos, a los que quiere transmitir su preocupación por la conservación de la Naturaleza. Vivió en Angola y durante un tiempo trabajó como director de cine rodando documentales que certificaban la degradación del medio en el continente africano. El siguiente paso fue incorporarse al mundo empresarial con un producto altamente rentable, las gafas.
Sin embargo, Angola sigue estando en su memoria. Ha establecido contacto con pescadores del país y sigue el mismo mecanismo que en el Mediterráneo.
Su objetivo es contar con materia prima con la que afrontar la inminente expansión de Sea2see por Estados Unidos y Australia.
Llevar unas gafas “con conciencia” no implica renunciar al diseño. De ahí que el producto, una vez reciclado, viaje a Italia donde recibe la forma final. “Así somos realmente competitivos“.
Hoy por hoy están presentes en España, Bélgica, Italia y Holanda, con una producción anual de 25.000 piezas y un volumen de negocio de 2 millones de euros.
Los sectores más contaminantes del mar en el mundo son el gas y el petróleo, seguidos de la moda. Van den Abeele dice que estará satisfecho si “su granito de arena” sirve para remover voluntades entre los empresarios.
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Su iniciativa ha tenido una acogida muy positiva en Bélgica. Recientemente y por sorpresa para Sea2see, el primer ministro elogió la contribución ecológica de esta (por ahora) pequeña empresa en una intervención ante las Naciones Unidas.