Habla David Jou, catedrático de física de la materia y experto y traductor de Stephen Hawking
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David Jou, Catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Barcelona ha caído en una agujero estos días: su agenda ya de por sí repleta se llena de peticiones de periodistas que quieren entrevistarle por su gran conocimiento acerca de Stephen Hawking.
El profesor Jou ha atendido a Aleteia para explicar que un argumento principal en el físico inglés Stephen Hawking (1942-2018) es su “pesimismo ante el uso de la tecnología”. El científico británico llegó a la conclusión que “es muy probable que las especies demasiado tecnológicas, si no usan con suficiente generosidad y sabiduría la tecnología, se autodestruyan”. O se va con cuidado, o la humanidad se termina.
Jou cuenta que el fallecido físico creía que esto podría pasar en la tierra en los próximos cien o dos-cientos años. “Por esto cree que es fundamental que unos cuantos emigren a Marte, por si destruimos la Tierra, hecho que truncaría la evolución humana. A pesar de esto, la humanidad igualmente va a terminar, es improbable que dure treinta mil años más”.
Las aportaciones y advertencias que Hawking ha hecho a la humanidad son básicamente tres:
1. Que se haga un buen uso de la tecnología
2. Que se tomen precauciones respecto al cambio climático
3. Que se vaya con cuidado con la Inteligencia Artificial, que superará a la nuestra en poco tiempo
Su gran aportación ha sido combinar la teoría general de la relatividad (la teoría einsteniana de la gravitación) con la física cuántica, dos grandes pilares de la física, en dos campos concretos: los agujeros negros y el universo, campos complejos pero fascinantes para el gran público”. El catedrático Jou cree que Hawking ha logrado divulgarlo de manera ejemplar y no quedarse en abstracciones teóricas.
¿Qué hacen los agujeros negros?
En cuanto al comportamiento de los agujeros negros (objetos cósmicos de los cuales nada puede escapar, a causa del valor elevado de su gravedad), la predicción de Hawking fue espectacular: los agujeros negros podían emitir partículas y radiación (radiación de Hawking) a causa de la combinación de los efectos gravitatorios con la termodinámica y las fluctuaciones del vacío cuántico circundante. El resultado, “de una gran elegancia matemática”, según Jou, suponía una “revolución científica”.
Aportación a la cosmología
La teoría general de la relatividad describe el universo en expansión; la física cuántica, el comportamiento de moléculas, átomos y núcleos atómicos: lo más grande y lo más pequeño. Pero cuando el universo actualmente observable tenía unas billonésimas de segundo su volumen era comparable al de un núcleo atómico.
Por ello, “utilizar la física cuántica en el universo primitivo es una necesidad”, reconoce este profesor y poeta. Las consecuencias de hacerlo son grandes: el estado inicial del universo, que en la Teoría clásica del Big Bang debería tener densidad y temperatura infinitas, pasa a tener densidad y temperatura finitas, aunque muy elevadas. Ello, en principio, debería permitir describir dicho estado inicial mediante la física (mediante teorías que todavía no conocemos en la actualidad).
La pregunta sobre Dios
“En su primer libro en 1988, Breve historia del tiempo, terminaba reconociendo que cuando se conozca la ecuación fundamental del universo será como conocer “la mente de Dios”, una frase que enlace con el deísmo de Einstein o Newton”, ilustra David Jou. El físico pasó de ver a Dios como “mente del universo” a considerarlo “innecesario” al final de su vida.
En su libro de 2010 El gran diseño, explica que “Dios no hace falta para la existencia del universo”. Debajo de su visión subsiste el fracaso de las teorías de unificación, como la Teoría de las Supercuerdas para predecir los valores de las contantes físicas universales.
¿Existe un solo universo misteriosamente apto para la vida y la inteligencia, o hay muchos universos? La cuestión “bien interesante” está “lejos de resolverse”, apostilla Jou, que ha recibido diversos premios por sus investigaciones en termodinámica de procesos irreversibles.
Hawking es para el gran público un “ejemplo de persona que supera unos límites físicos severos potenciando su mente” y que abren la mente al espacio inmenso del cosmos.
David Jou puntualiza que mirar el universo no exime al fallecido científico –que tenía un excelente sentido del humor- de estar preocupado por la realidad más cercana, y de ahí su preocupación acerca del crecimiento y el uso desconsiderado de la potencia tecnológica, que podría llevar a la desaparición de la humanidad si continuamos por este camino”.
“Hablar de la muerte de Hawking es celebrar más que nunca su vida”, un “don para todos”, confiesa Jou.