Audiencia del Papa Francisco a los miembros de la Asociación Clerical de la Comunidad de Emmanuel, congregados en Roma con ocasión de su Encuentro anual.
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
“Los anim a hacer descubrir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la misericordia de Dios que nos ha amado hasta el punto de habitar en medio de nosotros”; lo dijo el papa Francisco a los miembros de la Comunidad de Emmanuel, a quienes recibió en audiencia este sábado 7 de abril, en la Sala Clementina del Vaticano.
En su discurso, el Papa animó a los miembros de esta comunidad católica internacional que reúne en su seno laicos, consagrados y sacerdotes, congregados en Roma con ocasión de su encuentro anual.
“Esta peregrinación –afirmó el Pontífice– es el signo de la plena participación de la Comunidad de Emmanuel en la comunión de toda la Iglesia católica”.
“Es también una ocasión –agregó el Papa– para agradecerles por su fidelidad y cercanía al Sucesor de Pedro, para manifestarles mi aprecio por vuestro compromiso misionero presente en todos los continentes y para animarlos a perseverar en el futuro”.
Reconocimiento y mirada al futuro
En este sentido, el papa Francisco resaltó que el futuro está marcado por el reciente reconocimiento de la Asociación Clerical de la Comunidad de Emmanuel, fundada el 15 de agosto de 2017.
“Les deseo que este reconocimiento –señaló el Obispo de Roma– vivifique la bella comunión entre los estados de vida de la cual ustedes tienen experiencia desde hace más de 40 años, en la complementariedad de las diversas vocaciones”.
Por ello, los invitó a tener una relación más estrecha con esa realidad tan rica que es la parroquia del lugar en el que viven, y a integrase con entusiasmo en la pastoral orgánica de la Iglesia particular.
El carisma de la Comunidad de Emmanuel
En esto, afirmó el papa Francisco, ayudará mucho el carisma de la Comunidad de Emmanuel que está inscrito en su nombre: Emmanuel, Dios con nosotros.
“Es esencialmente de la contemplación del misterio de la Encarnación, en particular de la adoración Eucarística – precisó el Pontífice– de la que ustedes adquieren el dinamismo misionero para anunciar la Buena Noticia a todos aquellos a los cuales Jesús ofrece su amistad”.
Por tanto, agregó el Papa, los animo a hacer descubrir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la misericordia de Dios que nos ha amado hasta el punto de habitar en medio de nosotros.
“Esta Misericordia del Señor –afirmó el Pontífice– siempre presente cerca de su pueblo, exige ser propuesta con entusiasmo nuevo a través de una pastoral renovada, para poder tocar los corazones de las personas y animarlas a reencontrar el camino de regreso al Padre”.
“Allí donde vuestra Comunidad esté presente –agregó– pueda manifestarse la misericordia del Padre, en particular hacia los más pobres, en el corazón y en el espíritu, curando sus heridas con la consolación del Evangelio, con la solidaridad y la atención”.
En camino bajo la guía del Espíritu Santo
Antes de concluir su discurso, Francisco dijo a los miembros de la Comunidad de Emmanuel que desde sus orígenes ha sabido expresar un real dinamismo para anunciar la Buena Noticia de modo vivo y gozoso.
“Los exhorto a permanecer enraizados en Cristo –señaló el Pontífice– mediante una sólida vida interior y confiando en el Espíritu Santo, que viene en ayuda a nuestra fragilidad y nos cura de todo los que debilita nuestro compromiso misionero; a custodiar en el corazón este ardiente deseo de transmitir la alegría del Evangelio a cuantos no la conocen o lo han perdido; a ser protagonistas de la Iglesia en salida que es uno de mis principales deseos”.
Finalmente, el Papa alentó a la Comunidad de Emmanuel a seguir en camino bajo el impulso del Espíritu Santo y los invitó a estar siempre en escucha del Paráclito, porque no existe una libertad más grande – dijo – que dejarse guiar por el Espíritu y permitirle iluminarnos y conducirnos donde Él quiera.