Los niños con autismo necesitan vivir experiencias nutritivas
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Pablo tiene 15 años, mide un metro setenta y ocho centímetros, tiene unos ojos grandes e inquietos de color café; y siempre está con una sonrisa y relatando alguna historia que ha visto en televisión o lo que ha hecho durante el día. Pablo es un adolescente del espectro autista que además presenta déficit de atención con hiperactividad.
Según estudios internacionales personas que presenten condición del espectro autista es uno de cada 68. El 2 de abril fue el día mundial del autismo, fecha en la cual se visibiliza a los niños y personas que presentan esta condición, que según datos del Ministerio de Salud de Chile existen 2.156 menores diagnosticados, cifra que data del 2011.
“Pablo es un niño cariñoso, curioso y sensible; él tiene grado 2 del espectro autista (se agrupan de uno a tres). Esto se traduce en que entiende todo de manera literal, no puede inferir si uno no le explique durante largo tiempo lo que significa la historia. Pero por otro lado es muy rápido para las matemáticas, porque son concretas. Sin embargo, lo más difícil es el aspecto social, porque no tiene amigos y le cuesta establecer relaciones con el otro”, relata Isabel, mamá de Pablo, a Aleteia.
Lo que nos cuenta Isabel significa que ha Pablo no se le invita a cumpleaños, porque él sólo va a hablar o jugar lo que le interesa y nada más.
Sin duda esta falta de sociabilización es una de las preocupaciones de los padres. “A diferencia de otras condiciones del neurodesarrollo que van empeorando con el tiempo, el caso del autismo es diferente porque se beneficia de experiencias nutritivas, y por eso tenemos todo por hacer”, explica a Aleteia Alejandra Flores Valdés, psicóloga y especialista en niños y adultos del espectro autista.
Esta experta publicó un video en su Facebook donde llama a todos los adultos a invitar a estos niños a los cumpleaños o cualquier otra actividad “porque el relacionamiento les permitirá incorporar nuevos elementos para ir desarrollando su vocabulario por ejemplo.
Esto lo llamo experiencias nutritivas, porque se nutren de nuevos desafíos, al invitarlos a un cumpleaños tendrán necesariamente sostener un juego en el tiempo. Respetar los tiempos, etcétera. Recordemos que son niños permeables a aprender” enfatiza Alejandra Flores.
“Los niños que presentan autismo en grado 1 y 2 tienen mucho deseo social, son menores que quieren participar pero por su condición se van aislando, tienen cierta torpeza para establecer relaciones profundas con el otro. Es por eso que hago un llamado a los adultos a integrarlos, nosotros somos los responsables de enseñarles a nuestros hijos a incluir a estos menores” concluye la sicóloga.