El lugar más natural para empezar es dentro de tu propia familia
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Mi exmarido y yo nos divorciamos cuando nuestro hijo tenía dos años. Tras el divorcio, él se mudó a la costa oeste de EE.UU. y allí se casó y tuvo otros hijos. Él apoya a nuestro hijo económicamente y envía tarjetas de cumpleaños y de celebraciones pero, más allá de eso, no participa de la vida de mi hijo en absoluto.
Mi hijo y yo siempre nos las hemos arreglado bien como familia, pero a medida que se hace mayor (ahora tiene 12) puedo ver de qué manera le afecta socialmente y en su autoconfianza el no tener a su padre cerca.
A veces me siento impotente como madre, porque quiero ayudarle pero no sé cómo es ser un chico preadolescente con inseguridad. En la ausencia de una figura paternal, ¿qué consejo me ofrecerías para ayudar a mi hijo a estar expuesto a buenos modelos que ayuden a reforzar su confianza?
Entiendo personalmente las dificultades a las que las madres solteras se enfrentan para criar a jóvenes en su camino hacia el ser hombre. Después de mi divorcio, me espantó leer las estadísticas de los chicos que se criaban sin una presencia paternal regular.
Criar y educar a un hijo sin el padre
Los chicos en esta situación son más propensos a vivir en la pobreza, a más situaciones de consumo de drogas y alcohol, a una salud física y emocional deteriorada y es más probable que abandonen la educación secundaria y terminen en prisión. Es una realidad terrible que hace que la labor de una madre criando a chicos sola sea más abrumadora si cabe.
Esto no quiere decir que todos los muchachos criados por madres solteras estén condenados. Nunca deberíamos dejar que unas estadísticas negativas nos derroten sin siquiera intentarlo antes. Estas estadísticas están destinadas simplemente a ilustrar la necesidad de una figura masculina positiva para los jóvenes.
Buenos modelos
Tienes razón al reconocer esa necesidad en la vida de tu hijo y al buscar activamente esas influencias.
He pasado muchos años como madre cultivando relaciones con amigos y participando en varias organizaciones para contribuir a que mi hijo se exponga a modelos masculinos positivos, así que compartiré felizmente contigo lo que he aprendido.
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El abuelo
El lugar más natural para empezar es dentro de tu propia familia. Si hay algún adulto con familia propia, podrías pedirle que incluya a tu hijo en sus actividades de vez en cuando. Si tu padre está lo bastante cerca, quizás podrías pedirle que tenga un papel más activo en la vida de su nieto, si no lo hace ya.
Mi padre adoraba pasar tiempo con mi hijo cuando era más joven, le llevaba a cortarse el pelo a la barbería y luego a tomar helado. Era su tradición mensual. Ahora que mi hijo es mayor, pasan tiempo juntos construyendo modelos de aviones y yendo a prácticas con el coche.
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El padrino
Un buen padrino, de Bautismo o Confirmación, también sería beneficioso para tu hijo. Pide a los padrinos de tu hijo que recen por él y le envíen cartas de ánimo. También puedes sugerir que de vez en cuando lo lleven a misa o a adoración y luego a comer. Deja que el padrino se involucre en celebraciones como aniversarios de confirmación, primera comunión y bautismo.
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Familias amigas
También encontré un recurso inestimable en otras parejas católicas casadas y con niños de edades próximas a las de mi hijo. Como soltera, sé que es tentador buscar actividades orientadas hacia solteros y rodearte de otras personas solteras para recibir apoyo y compasión, pero es muy importante incluir a parejas casadas en tu círculo social. Pasar tiempo con ellos ayudará a tu hijo a observar cómo interactúan con sus familias otros maridos y padres.
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En las actividades de tiempo libre
También existen organizaciones fantásticas que están dirigidas a enriquecer la vida de niños y jóvenes dentro de la Iglesia católica: grupos de escultismo o fraternidades apostólicas. Busca un grupo de confianza en zona o llama a tu oficina diocesana de Educación o Vocaciones para ver si tienen programas orientados a chicos, como campamentos de verano o retiros de fin de semana.
El ser monaguillo fue crucial para mejorar el comportamiento de mi hijo en misa y enseñarle a sentir orgullo por pertenecer abiertamente a la iglesia. Cuando se hizo mayor, también asumió el papel de mentor de otros monaguillos nuevos más jóvenes.
Incluso el que tu hijo participe en deportes o en clubes sobre intereses y aficiones suyos le ofrecerá oportunidades para aprender de figuras modélicas sólidas.
Aunque ninguna de estas opciones en un sustituto real para la presencia de un padre, sin duda ofrece a tu hijo una vía para explorar y practicar su masculinidad en entornos seguros de desarrollo que le ayudarán a convertirse en un joven hombre más seguro de sí mismo.