Cara Brookins dejó atrás a un marido violento y con pocos recursos le dio un techo a sus 4 hijos
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Siempre me ha encantado observar que la palabra hormigón en inglés se dice “concrete”. No hay nada más peligroso de la idea que la palabra ‘concreción’ se vuelva abstracta, no hay nada más eficaz que pensarla pesada y sucia como el hormigón.
Cara Brookins fue una mujer concreta, y tuvo mucho hormigón entre las manos. En Estados Unidos es famosa porque es la mamá que construyó una verdadera casa, con 5 habitaciones, siguiendo tutoriales en Youtube.
Si vamos más allá de las ventanas deseables de la web, descubrimos una historia que puede resumirse como el subtítulo de su libro: “La casa que construyó la familia”. En dos sentidos: la familia construyó una casa, pero construir esa casa ha puesto en pie a una familia. Todo empezó en Arkansas en 2007 y en la peor de las maneras, pero Cara sostiene que fue la mejor forma: ella huyó de un matrimonio violento y se llevó a sus 4 hijos con ella. Nada más.
“La razón fundamental por la que no nos hemos rendido es que no teníamos alternativa“, dice en un video grabado en una conferencia universitaria. El riesgo creció, se convirtió en un método; porque la Sra. Brookins sugiere el sabotaje como terapia de choque para nuestra paranoia abstracta: si quieres lograr algo grande sabotea tus planes, de manera que te quede sólo la hipótesis extrema; si te quedas sin elección, no puedes hacer otra cosa que seguir adelante.
Cuántas veces la Providencia nos educa a dejar los programas perfectos, que no haremos nunca, y nos da golpes la vida en que con nada hacemos mucho. Se puede resumir que “mis caminos no son sus caminos” y sobre esta idea vertiginosa Cara construyó una casa, muy concreta.
No tenía nada más que a sus hijos y la idea le vino al mirar una casa destruida por un tornado: sólo quedaban los cimientos, y no le quedaba más que partir de los cimientos.
Sin experiencia en la construcción, con bajísimos recursos económicos, con mano de obra no cualificada familiar de 17, 15, 11 y 2 años; sí, construyó una casa mirando los tutoriales de Youtube, pidiendo pequeña financiación, logrando construir un edificio de 320 metros cuadrados.
En 2008 Youtube no era aún un mundo sofisticado y lleno de canales temáticos como lo es ahora; habían, sin embargo, suficientes videos para entender cómo montar las ventanas, hacer las bases.
En cada paso hacia adelante en los trabajos Cara Brookins se preguntaba qué opción de entre las propuestas en los videos sería la mejor para su casa. ¿Qué queremos decir sobre el hecho de que fue su hija Hope (esperanza) quien se encargó de hacer las mediciones? Demos una tiza a la esperanza y vivamos en su habitación.
“Mi reino por una hormigonera” es el lema de familia y la señora Brookins está orgullosa de decir que cada ladrillo, clavo, tubo y tabla de madera pasó por su manos, manos de mamá y manos de hijos.
¿Hay algo más simbólico que esto? “Sí, nos ha llevado 9 meses”.
“Un tiempo de nacimiento, que ha visto momentos de dificultad y temores perennes, quizá pesadillas, sin embargo, un tiempo fecundo. “Mis hijos me miraban, no podía rendirme, no podía mostrarme vulnerable”, prosigue en su discurso en la universidad la madre albañil-ingeniera-hazlo tú mismo.
Y no es la mujer imagen de Ikea o Leroy Merlin, porque lo que tiene muy claro es que construir su casa ha significado construir a la familia. Y viceversa.
La presencia de una familia es el único pilar realmente necesario para construir una casa; es una marca de seres vivos la de la hospitalidad y la protección.
Quizá el instinto materno toma riesgos que los puros y simples diseñadores de hogar no soñarían
. No olvidaré nunca que el señor Innocent Smith (personaje literario formidable) sostenía que si se hubiera ido al cielo no habría encontrado un bien eterno y anónimo, sino una habitación de felicidad eterna semejante en todo a la casa que tenía en la tierra.
El cielo ha preparado un lugar para nosotros y cuando llegue el momento, quizá lo reconoceremos por esos detalles frívolos que vuelven nuestra casa diferente a la del vecino.
No creo que Cara considere su condición la peor del mundo, sabe bien que hay personas que viven dificultades mucho más exasperantes y trágicas; pero yo le atribuyo el valor de la imagen emblemática.
Como Frodo Baggins, nosotros somos pequeños Hobbits de la comarca y la percepción de nuestra pequeñez será siempre la mejor compañera para no engañarnos y sentirnos superhéroes, y precisamente por eso podrá hacernos ser instrumentos de cosas grandes, más grandes que nosotros.
“Olviden todo lo que les digo sobre los pequeños pasos. Todos dicen: ‘Si das un pequeño paso al día, estarás mejor’. Pero, según mi experiencia, no es así. Debes dar un gran paso. Debes hacer un acto enorme, inmenso. Para nosotros fue construir una casa. Para alguien más puede ser algo completamente distinto. Pero es necesario hacer algo realmente grande si quieres cambiar la percepción de ti mismo“.( CBS news).