El Pontífice critica las actitudes de algunos religiosos chilenos respecto a los abusos sexuales cometidos por clérigos contra niños y jóvenes
El Canal 13 filtró este jueves en la noche el documento reservado que el papa Francisco redactó para los 34 obispos chilenos previo al encuentro llevado a cabo del 14 al 17 de mayo en el Vaticano.
El caso Karadima y la investigación de encubrimiento del obispo de Osorno, Juan Barros, están de fondo en la convocatoria del Papa a los obispos venidos a Roma para ‘discernir’ sobre los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia y las conclusiones del enviado especial a Chile, Charles Scicluna, obispo de Malta y de Jordi Bertomeu Farnós, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El Papa señala que “los problemas que hoy se viven dentro de la comunidad eclesial no se solucionan solamente abordando los casos concretos y reduciéndolos a remoción de personas”. “Esto -y lo digo claramente- hay que hacerlo, pero no es suficiente, hay que ir más allá”, anotó.
Francisco criticó las actitudes de algunos miembros del clero: “esa psicología de élite o elitista termina generando dinámicas de división, separación, ‘círculos cerrados’ que desembocan en espiritualidades narcisistas y autoritarias en las que, en lugar de evangelizar, lo importante es sentirse especial, diferente de los demás, dejando así en evidencia que ni Jesucristo ni los otros interesan verdaderamente. Mesianismo, elitismos, clericalismos, son todos sinónimos de perversión en el ser eclesial”.
Asimismo, el Papa señala actos delictivos e impropios para ocultar los hechos: “otra circunstancia que me ha causado perplejidad es la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiástico”.
Por el momento, no se han anunciado decisiones. La carta anterior -oficial- publicada por la Oficina de Prensa con la que concluye la reunión indica también la línea de pedir “cambios y resoluciones” para “restablecer la justicia y la comunión eclesial”.
En la última carta de agradecimiento del Papa a los obispos por aceptar la invitación y en el documento filtrado de diez páginas, no se nombra a las víctimas de Fernando Karadima que el Pontífice encontró en la privacidad de la Casa de Santa Marta del 29 al 30 de abril: Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo, James Hamiltón.
En el texto filtrado por el canal de televisión chileno Tv13, el Obispo de Roma usa palabras directas y duras de denuncia sobre la manera con la que fueron encubiertos los abusos sexuales, los abusos de poder y de conciencia.
Entretanto, señaló a algunos religiosos expulsados de sus respectivas órdenes por los abusos cometidos que fueron acogidos en otras diócesis y recibieron encargos que los llevaron a volver a estar en contacto con niños y jóvenes.
El Papa indicó que la investigación de los abusos ha sido mal conducida. “En no pocos casos han sido calificados muy superficialmente como inverosímiles lo que eran graves indicios de un efectivo delito”, dijo en referencia a las denuncias.
Subraya problemas en los seminarios y en la formación. Además, el Papa acusa a la Iglesia en Chile de haber perdido su centro (Jesús) y pone el ejemplo de Juan Bautista que cedió todo por dar lugar al Mesías.
Advierte que la Iglesia no ha dedicado suficiente atención a las víctimas y lamenta las actitudes de mesianismo, elitismo y clericalismo que son “todos sinónimos de perversión en el ser eclesial”.
Francisco invita a los obispos a que reconozcan el mal y no se sientan ‘especiales’ o mejores que los demás, sino servidores, especialmente de los más pobres y los últimos.