Tomasz Komenda escuchó la audiencia general del miércoles del Pontífice y luego tuvo lugar el emotivo encuentro
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Tomasz Komenda, falsamente encarcelado durante 18 años por la violación y asesinato de una adolescente fue absuelto por el Tribunal Supremo de Polonia en marzo. Hoy, 13 de mayo de 2018, el Papa Francisco lo consoló tras la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
La familia católica Komenda solicitó este encuentro con el Papa para acercar a la fe al hijo que había perdido toda esperanza y que necesita poco a poco reencontrarse con la vida fuera de los barrotes, luego de que los jueces determinaron que no pudo haber cometido el crimen del cual estaba acusado; pesquisas con avanzadas técnicas forenses le devolvieron la libertad a través de nueva evidencia.
Komenda, 42 años, visitó el Vaticano junto a sus padres para peregrinar ante la tumba de Juan Pablo II en busca de paz y dejar atrás las vivencias en la prisión, la cual se había convertido en un “infierno” de vejaciones, pues fue “tratado como basura”. La ley de la jungla en la cárcel no tiene piedad con el preso acusado de ser depredador sexual de mujeres, y peor aún de una menor de edad.
Tomasz Komenda escuchó en la audiencia general que el Papa pedía a los jóvenes de alejarse de una vida ‘mediocre’ o simplemente para “mantenerse a flote” y les llamaba a implicarse para buscar la belleza de la vida.
Sus padres, acompañados de una fe de hierro, creyeron en la inocencia de Tomasz hasta el final, la que perdió en sus casi viente años en prisión por el supuesto crimen de una chica de 15 años que participaba en una fiesta. Un amigo sacerdote de Polonia les acompañó en su peregrinaje en Roma.
El Obispo de Roma escuchó con atención el testimonio de Tomasz Komenda, en silencio y asintiendo en varias ocasiones. El Papa lo abrazó intensamente como si viviera en ese momento su máxima, enunciada casi todas las veces que visita una cárcel en su viajes apostólicos: “¿Señor, por qué él y no yo?”.
El Papa estaba conmovido y le regaló unos rosarios a él y a sus familiares. Se tomaron fotos. Con ellos estaba el Limosnero pontificio y recién nombrado cardenal Konrad Krajevsky, llamado, “Don Corrado”, por los sin techo de Roma a quienes socorre en nombre del Papa.
La familia Komenda lucha para recuperar cada instante perdido con su hijo para que no se pregunte más: “¿Qué he hecho mal para que mi vida se haya convertido en un infierno?”, palabras que Tomasz repitió al saber el veredicto. Ahora, por vías legales se espera que el Estado de Polonia admita el error judicial y conceda un resarcimiento económico a la familia.