Quizás nos sorprenda saber que algunas de nuestras expresiones más comunes vienen directas del Eclasiastés
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¿Qué tienen en común la Biblia y Forrest Gump? La banda sonora de la película incluye la canción Turn! Turn! Turn! (to everything there is a season), cuya letra está sacada del libro Eclesiastés, del Antiguo Testamento:
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado;
un tiempo para matar y un tiempo para curar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
Eclesiastés 3,1-8
Escrita en los años 1950 por el cantante de folk Pete Seeger, la canción ha sido versionada por muchos artistas, incluyendo Nina Simone, Dolly Parton, Bruce Springsteen y Chris De Burgh. La versión más popular de la canción fue la interpretación de folk rock de The Byrds, que encabezó las listas cuando salió por primera vez en 1965. Los primeros 8 versos de Eclesiastés 3 se citan casi literalmente, aunque Seeger modificó ligeramente el orden. También añadió el famoso “¡gira! ¡gira! ¡gira!” antes de concluir con la frase “un tiempo para la paz, te juro que no es demasiado tarde”, poderosas palabras escritas en tiempos de la Guerra de Vietnam.
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Sabiduría antigua, válida hoy
Lejos de ser aburrida y desfasada, la Biblia continúa inspirando a artistas de todas las convicciones con la belleza y la fuerza de sus textos. A la vez fascinante y complejo, el Libro de Eclesiastés (el nombre griego empleado en algunas versiones de la Biblia) o Cohélet (el nombre derivado del hebreo) se atribuye tradicionalmente al rey Salomón. Sin embargo, esta hipótesis está cuestionada, ya que el texto data del siglo III a. C., mientras que Salomón vivió durante el siglo X a. C.
Muchas frases del libro se han filtrado en la cultura popular de formas más o menos literales, incluyendo “no hay nada nuevo bajo el sol” (Ec 1,9), “todo viene del polvo y todo retorna al polvo” (Ec 3,20) o la teatral “¡Vanidad, pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!” (Ec 1,2).
Cohélet (el pseudónimo empleado por el autor del libro) está preocupado por el paso del tiempo y el destino del hombre. Reconoce el carácter frágil y efímero de todas las coas. Su punto de vista puede parecer pesimista, ya que mira con desencanto a los seres humanos y la sociedad.
El listado de acciones y sus opuestos en Eclesiastés 3 parece destacar la inevitable sucesión de todos los momentos, buenos o malos, que constituye la vida. Pero esta enumeración también subraya la riqueza de la existencia y la variedad de las acciones posibles, realizables o no, dependiendo de cómo escojamos vivir.
Aunque menciona varias acciones negativas (morir, matar, llorar), Cohélet también afirma que Dios “hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo” (Ec 3,11). Más adelante dice que todo momento en la vida revela su significado a su debido tiempo. Algo bueno en el momento inoportuno puede ser una mala elección. Por el contrario, lo que parece aterrador y difícil en un momento puede considerarse, visto desde otra perspectiva, como una oportunidad para crecer. Para Cohélet, el ritmo de la naturaleza y la vida ha de respetarse. Hay sabiduría en ser paciente y valorar cada momento cuando llega. Extiende una invitación a vivir el presente, sin morar en el pasado o anhelar el futuro.
Resumiendo, la popularidad del dicho de “hay un momento para todo” es solo un ejemplo más de cómo la Biblia, con su riqueza de sabiduría humana y divina, ha tenido una influencia profunda y duradera en la cultura occidental.