En una agrupación musical se aprende a interactuar en equipo, incrementándose la solidaridad, el respeto y la responsabilidad, además se fortalece el sentido de pertenencia a una sociedad
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La educación para la paz es un proceso educativo, dinámico, continuo y permanente. Las sociedades actuales están formadas por un conjunto heterogéneo de grupos étnicos, culturales, lingüísticos o religiosos, resultado de los constantes movimientos migratorios que marcan y han marcado la historia de la humanidad.
De hecho, cualquier cultura es el resultado de las diversas influencias que ha recibido hasta ser lo que es ahora, y cuantas más influencias y más diversas, más riqueza y dinamismo adquiere una cultura.
La simple coexistencia física de grupos étnicos, raciales y culturales diferentes no genera una convivencia social positiva y enriquecedora.
Hace falta no dejar en manos del azar la consecución de este ideal e intervenir para que no se produzcan asimilaciones, racismos, guetos o resistencias culturales, lingüísticas o religiosas.
Es necesario trabajar activamente para superar las sociedades multiculturales (donde diferentes grupos étnicos, religiosos o culturales viven en un mismo espacio pero sin interactuar entre ellos) y construir una sociedad intercultural, donde los diferentes grupos culturales conviven en un mismo territorio manteniendo relaciones abiertas de interacción, intercambio y reconocimiento mutuo de sus respectivos valores, códigos y maneras de vivir, desde unas relaciones de poder igualitarias, y donde cada persona tiene la misma importancia y siente respetada su dignidad personal.
“En el pasado la misión del arte fue un asunto de las minorías para las minorías, luego fue de las minorías para las mayorías, ahora es de las mayorías para las mayorías y constituye un elemento relevante para la formación del individuo que le permite insertarse en la sociedad de manera productiva”
La música, un medio eficaz de comunicación
La música desempeña una función esencial en la vida de los adolescentes, jovenes y adultos., promoviendo el desarrollo de la comunicación y favoreciendo la integración social.
En una agrupación musical se aprende a interactuar en equipo, incrementándose la solidaridad, el respeto y la responsabilidad.
Se fortalece, además, el sentido de pertenencia a una sociedad, siendo esta práctica musical colectiva un relevante instrumento educativo y de fomento de valores sociales.
“Cuando la persona ejecuta o realiza actividades musicales, se desenvuelve en un mundo de acción positiva, adquiere medios técnicos de expresión, desarrolla relaciones personales sanas, se conduce de una forma social adecuada, todo lo cual le ayuda a que adquiera conocimiento de sí mismo y de los demás“. (Campo, 1995, p. 101).
Los beneficios para el desarrollo integral de la personalidad al tener la posibilidad de ejecutar un instrumento, de formar parte de una banda u orquesta, o simplemente de compartir y comunicarse a través de la música son comprobados en todas partes del mundo.
Existen diversos proyectos de integración y contención para niños, jóvenes y adultos, que entienden a la música como parte esencial de la formación humana.
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La basura se convirtió en música y también en película
La música contribuye a una mayor coordinación, incrementa la confianza en uno mismo, genera relaciones sociales más profundas.
El aprendiz se vuelve más creativo en la solución de problemas cotidianos, contribuye a la productividad y la concentración, ejercita la memoria y mejora las habilidades del lenguaje, la conducta o la inteligencia espacial.
Reduce el stress y la depresión porque la música es un tranquilizante natural y fomenta la constancia y la disciplina, entre otras tantas cualidades.
La sociedad intercultural es aquella en la que el origen cultural es un punto de partida, y no un hito imposible de modificar.
A partir de aquí cada individuo construye su propia identidad desde las experiencias personales de su itinerario particular, que va forjando con multitud de estímulos de gran diversidad.
La música es de este modo un medio eficaz para entrar en contacto con otras culturas y apreciar todo lo bueno que cada cultura ofrece a los demás.
Es evidente que también los modelos negativos, “anti valores” se transmiten por medio de la música, pero cuando hablamos de integración social nos referimos sobre todo a los aspectos más representativos y positivos de cada cultura.
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