¿Cómo identificar a un santo que encontramos en un recodo de una calle, un museo, una iglesia, en forma de estatua o de cuadro? Aleteia te da las claves para reconocer los símbolos de cada personaje y ser todo un experto. Hoy: san Huberto
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Representación:
La iconografía de san Huberto no se desarrolló hasta el siglo XV, especialmente en el norte de Europa. Primer obispo de Lieja en el siglo VIII, a menudo es representado con su hábito sacerdotal o como cazador. La visión del ciervo crucífero es la escena de su leyenda más representada en la iconografía religiosa.
Vida y leyenda:
Nacido en el siglo VII, Huberto fue nombrado obispo de Tongeren y Maastricht antes de trasladar su sede a Lieja. A finales de la Edad Media, la leyenda se impuso sobre su vida e introdujo episodios históricos tomados de la leyenda de san Eustaquio, incluyendo su encuentro con un ciervo crucífero. Mientras cazaba un Viernes Santo, la leyenda cuenta que se encontró con un enorme ciervo que presentaba un luminoso crucifijo entre sus cuernos. Cegado por esta luz, Huberto cayó de su caballo y oyó una voz que le decía: “Huberto, Huberto, ¿por qué me persigues? ¿Hasta cuándo tu pasión por la caza te hará olvidar tu Salvación?”. Desde aquel día, Huberto se convirtió y luego se retiró al bosque de las Ardenas antes de convertirse en obispo.
Patrón:
Huberto es muy famoso en los Países Bajos y en el valle del Rin. Es el santo patrón de los cazadores y el protector de los perros de caza. También se le invoca contra la rabia y las mordeduras de serpientes.