La primera visita al oftalmólogo debería realizarse antes de los 3 años para detectar alteraciones y prevenir anomalías de la visión.
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Según una encuesta realizada por el Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) “el 40% de los padres consultados no habían llevado nunca a sus hijos al oftalmólogo”.
¿Por qué no caemos en la importancia de las revisiones por parte de especialistas de los ojos, la boca o los pies cuando los niños son pequeños y nos quedamos tranquilos con las revisiones rutinarias del pediatra?
Datos aportados por el mismo Instituto, un referente internacional en salud visual, indican que en el mundo hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión. Las principales causas son errores de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) no corregidos, cataratas no operadas y el glaucoma.
En el caso concreto de la visión infantil, hay síntomas y señales de alarma que si “vemos y observamos bien” nos indican que nuestro hijo puede padecer alguno de estos problemas relacionados con la visión:
- ¿Guiña los ojos?
- ¿Acerca la mirada al cuento que le estás leyendo?
- ¿Ladea la cabeza para fijar la visión en un punto?
- ¿Desvía un ojo?
Prevención ante todo: ¿Cuándo es recomendable visitar al oftalmólogo?
- En el nacimiento se procede a un reconocimiento médico general para descartar las anomalías congénitas como: glaucoma congénito, catarata congénita, malformaciones, tumores, estrabismo congénito.
- Entre los 2 y 3 años se debe realizar la primera exploración ocular completa para detectar la agudeza visual (ojo vago), motilidad ocular (estrabismo), graduación y fondo de ojo.
- Cada dos años a partir de los 10 años para hacer un seguimiento de la agudeza visual, la motilidad, la graduación, una valoración del polo anterior, presión intraocular y del fondo del ojo.
Signos de alarma
- Acercarse excesivamente y repetidamente a objetos
- Falta de interés en la lectura o pérdida del hilo de la lectura.
- Sigue el texto de la lectura con el dedo.
- Dificultad para recordar lo leído.
- Cejas fruncidas o parpadeo excesivo cuando se lee o escribe.
- Fatiga y dolores de cabeza
- Visión doble.
- Párpados u ojos hinchados o rojos.
- Frotamiento frecuente.
- Se acerca demasiado o se tapa un ojo para apreciar un objeto.
Patologías más comunes que afectan a la visión infantil
Los problemas de visión en niños más habituales son los defectos de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo), la ambliopía (ojo vago), el estrabismo y la discromatopsia (alteraciones en la visión del color).
- Los defectos de refracción Los defectos refractivos o defectos ópticos –miopía, hipermetropía o astigmatismo– comportan una mala visión por el desenfoque de los objetos Si no se corrigen, lo antes posible, sus efectos son especialmente nocivos en los niños, ya que durante los primeros años de la vida es cuando se desarrolla la visión. Cualquier causa que comporte mala visión de uno o los dos ojos durante la infancia, como es el caso de los defectos refractivos, puede provocar problemas mayores como “ojo vago”, hipermetropía, astigmatismo o miopía.
- La ambliopía u ojo vago-gandul consiste en la pérdida de visión de uno o los dos ojos por falta de uso durante el periodo de desarrollo visual.
- El estrabismo es un defecto ocular que se produce cuando hay una pérdida de paralelismo de los ojos. Como consecuencia, cada ojo mira en una dirección diferente.
- Daltonismo es un defecto genético asociado al cromosoma X que provoca una discapacidad para distinguir los colores.
Algunos consejos de higiene ocular para los más pequeños
- Lavarse bien las manos con agua y jabón neutro para evitar traspasar infecciones al ojo del niño
- Nunca limpiar los ojos con la mano, algodón o pañuelo de tela o papel. Se recomienda usar una gasa estéril.
- Humedecer el ojo antes para, posteriormente, separar los párpados.
- No frotar o rascar con fuerza
- Para humedecer la gasa se usará suero fisiológico y en caso de no disponer de suero, se puede utilizar agua hervida templada.
- No se debe utilizar manzanilla ni otro tipo de infusiones.
- El ojo siempre se limpia desde el lagrimal hasta el rabillo para que los residuos se arrastren hacia el exterior.
- Se recomienda que se realice la limpieza un par de veces al día: al despertarse, y después del baño.
La visión afecta al rendimiento escolar
Los resultados del estudio ‘El estado de la salud visual infantil en España’, realizado por la Asociación Visión y Vida (AVV) demuestran que, efectivamente, hay una relación directa entre “mala visión” y un bajo rendimiento escolar: el 32,6% de los niños de entre 6 y 12 años tiene problemas de visión; el 29 % no ve bien la pizarra; y el 44,9 % se cansa al leer.
Ante estas cifras, el presidente de la AVV afirma que “debería existir un plan para revisar la visión a los niños, al igual que se les mide o pesa en los primeros años de vida”.