¿Por que no aprovechar espiritualmente esos preciosos momentos de descanso junto al mar?
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Es verano, hace calor y es el momento perfecto para hacer una escapada a la playa. A continuación te mostramos una lista de lugares costeros donde puedes, además de tomar el sol y disfrutar de un baño, explorar lugares culturales católicos.
1. Tropea, Italia
Tropea es una pequeña localidad costera de 6.000 habitantes que se encuentra en la punta de la bota italiana. Se la conoce como “la perla del mar Tirreno” por sus playas vírgenes y sus aguas de color verde esmeralda. También es aquí donde se encuentra el santuario de Santa María de la Isla, uno de los monasterios a pie de mar más impresionantes del país.
Construido entre los siglos VI y IX, en el pasado hospedaba a una comunidad de monjes basilios. Durante el siglo XI pasó a manos de la comunidad benedictina, quienes siguen habitando el monasterio en la actualidad. Según cuenta una leyenda local, los monjes basilios decidieron construir un santuario en esta parte de la costa tras aparecer en la orilla una figura de la Virgen María tallada en madera procedente del este durante el periodo iconoclasta bizantino, cuando las imágenes sagradas se destruían de forma sistemática.
2. Monterrey, California
Monterrey es una ciudad conocida por sus hermosos paisajes y el Acuario de la Bahía de Monterrey. Aquí también se encuentra la catedral de San Carlos, la iglesia católica de California más antigua que continúa en activo. Fue fundada en 1770 por el cura español San Junípero Serra como parte de una misión y que más adelante movió a la localidad cercana de Carmel.
Posteriormente se convirtió en la capilla del fuerte español, la avanzadilla militar de la época colonial española, en lo que pasaría a ser la primera capital de California. San Carlos fue declarada catedral en 1794 y fue designada como monumento histórico nacional en 1961. Actualmente alberga un centro de patrimonio cultural y dispone de guías que ofrecen visitas guiadas de la catedral y sus objetos históricos. Todo ello a poca distancia del Océano Pacífico.
3. Palma de Mallorca, España
La isla de Palma de Mallorca, en el archipiélago balear español, ha sido durante mucho tiempo un destino muy popular entre los artistas que buscan un lugar de retiro en el Mediterráneo. Entre sus visitantes más destacados se encuentran Claude Chopin, Agatha Christie y George Sand.
Pero Palma también fue uno de los lugares más importantes de la Reconquista cristiana, un periodo durante el siglo XIII en el que las tropas europeas recuperaron territorios en poder musulmán. En 1229, las tropas cristianas derrotaron a los árabes que ocupaban la isla y construyeron una catedral gótica espectacular encima de la mezquita. La catedral, conocida por los vecinos como “La Seu” (palabra catalana que significa sede, o la catedral del obispo), tiene unos 120 metros de largo y está construida exclusivamente con piedra arenisca de la zona, por lo que parece que se esculpió directamente en las rocas de la bahía de Palma.
4. Faro, Portugal
Faro, en el Algarve portugués, es una ciudad famosa por sus playas de arena blanca, sus calles medievales adoquinadas y su impresionante registro de horas de sol: 300 días soleados al año. En Faro también se puede visitar una de las iglesias más antiguas de Portugal, la catedral de Faro, construida en 1251. También conocida como Sé (por el mismo origen catalán que La Seu), se convirtió en catedral en 1577.
Desde entonces ha sobrevivido tanto a la invasión británica de 1596 como al terremoto tan devastador que aconteció en 1755, y posteriormente se reestructuró con una mezcla de estilos barroco, gótico y renacentista. En la actualidad figura entre los monumentos nacionales de Portugal y alberga un museo donde se pueden visitar exposiciones que incluyen vestimentas antiguas y un osario.
5. Portovenere, Italia
Portovenere es uno de los cinco pueblos que conforman la región Cinque Terre, en el noroeste del país. Su pintoresco puerto y su impactante litoral han inspirado a poetas y artistas desde Lord Byton hasta Virginia Woolf, pasando por William Turner. Aquí también se puede contemplar la Iglesia de San Pedro, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que data del siglo V.
La iglesia, construida en un acantilado rocoso de Portovenere, fue originalmente un refugio para cristianos siríacos y se consagró como iglesia romana en 1198. Tras resultar gravemente dañada debido a los ataques de las tropas españolas en 1494, fue reformada siguiendo el estilo gótico de la catedral de Génova y presenta rayas blancas y negras que contrastan de forma llamativa con el mar de Liguria azul turquesa.