Los diarios que cuentan la historia llevan por título: “Atrapadas en el Paraíso”
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El mes pasado, Aleteia publicó una historia sobre Nuestra Señora del Puy. Se trata de la primera aparición de la Santa Madre después de su Asunción al Cielo.
Una organización mundial de hermanas tiene su origen en Le Puy-en-Velay, Francia: las Hermanas de San José, que cuentan con más de 14.000 hermanas por todo el mundo.
Las Hermanas de San José de Orange son la rama ubicada en California, EE.UU., establecida en 1912 por la madre Bernard Gosselin. En 1966 se creó la Federación de las Hermanas de San José, que incluye a todas las congregaciones de los Estados Unidos que tienen su origen en Le Puy.
El diario The Washington Post contó recientemente la historia de cuatro monjas de esta congregación californiana que quedaron atrapadas tras las líneas enemigas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Con la proximidad de la Fiesta de la Asunción, parece oportuno dar a conocer su historia.
Dos de las monjas eran maestras y dos enfermeras y habían llegado a las Islas Salomón en diciembre de 1940. Las jóvenes eran nuevas en la vida misionera, se enfrentaban por primera vez a una cultura desconocida y no hablaban las lenguas usadas en las distintas islas. Encima de todo, también tuvieron que aprender a moverse por la selva. Un año después de su llegada, los japoneses atacaron Pearl Harbor.
Los japoneses ocuparon rápidamente muchas de las islas del Pacífico Sur. Las monjas habían estado profundamente involucradas en una aldea en la isla de Buka. No tenían idea de que los japoneses querían Buka como aeródromo.
Sor Hedda Jager era la monja encargada de llevar un diario de las experiencias del grupo. No importaba el tipo de día que estuviera teniendo, siempre se las arreglaba para registrar los sucesos del día.
A medida que los japoneses se acercaban más y más, la hermana Hedda registró cómo sus vidas pasaron de trabajar como misioneras a estar repletas de puro terror. Consiguieron llegar a Bougainville, donde se enteraron de que otros misioneros de las Salomón habían sido torturados y ejecutados.
Había sacerdotes misioneros maristas en la isla y, sabiendo cuál sería el destino de las monjas si eran capturadas, lograron esconder a las Hermanas durante meses en la jungla. En la víspera de Año Nuevo de 1942, los sacerdotes consiguieron llevar a las religiosas y a otras 25 personas a la playa de Teop Harbor. Fue entonces cuando todos se enteraron de que un submarino sería su medio de rescate.
El día de Año Nuevo de 1943, en la oscuridad de la madrugada, el submarino Nautilus se acercó a menos de 30 metros de la playa y los aterrorizados pasajeros fueron llevados a bordo y puestos a salvo.
La hermana Hedda escribió en su diario: “No se puede expresar con palabras el sentimiento que uno tiene por los de su propio país, especialmente cuando se está a kilómetros de casa y huyendo de los japoneses”.
Cuando la guerra terminó, las cuatro hermanas regresaron a Buka para continuar su trabajo. La última de ellas falleció en 1999. Estas Hermanas de San José de Orange siempre serán una verdadera inspiración para todos nosotros.
Los diarios de sor Hedda han sido publicados en forma de libro con el título Trapped in Paradise , “atrapadas en el Paraíso”.