Proteger la calidad del sueño y tener claro el sentido de nuestro día nos ayudará a mejorar nuestro trato con los demás en las primeras horas de la jornada.
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Esta expresión lo dice todo: levantarse de mal café. A uno le suena el despertador y ya ese solo sonido rompe fibras nerviosas, ¿a que sí?. Da igual que sea una corneta militar o la Novena Sinfonía de Beethoven. No hay Himno de la Alegría que valga.
Es una realidad incontestable. El mundo se divide en dos grupos: los seres que a primera hora de la mañana amanecen radiantes y van felices a lavarse los dientes, y el grupo humano que arrastra los pies y se mete maquinalmente en la ducha pidiendo al cielo que el cerebro se le ponga en marcha.
A continuación, puede ocurrir el amanecer o el desastre: tropiezo con la alfombra, resbalón en el baño, tostadas rotas o quemadas, café hervido que se sale de la máquina…
Si alguien ronda cerca, corre el peligro de recibir un “buenos días” en la nota más baja que jamás se haya oído, o un rugido.
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El mal humor por la mañana abunda, ¿cierto? Pero, ¿hay alguna razón biológica para ello o todo se debe a nuestro temperamento? ¿Podemos cambiar eso?
- Para comenzar, recordemos que el cuerpo humano se rige por el ciclo circadiando (ritmo de día-noche), que nos ayuda a estar despiertos y despejados durante las horas de luz solar, mientras contribuye a conciliar el sueño a partir del anochecer. El premio Nobel 2017 de Medicina trabaja en este aspecto.
- Se trata de conciliar en nuestro organismo la fabricación de cortisol y melatonina.
Aquí tienes los 10 tips para mejorar tu humor por la mañana:
