El santuario acoge las reliquias del santo de Pietrelcina. Si vas a Roma…Padre Pío merece una visita
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En San Salvatore in Lauro se encuentran varias reliquias del santo, la más importante es la sangre de sus estigmas, que fue recogido por el actor e hijo espiritual del santo, Carlo Campanini, del corporal sobre el altar mientras Padre Pío celebraba la misa.
Este era el único momento que se podían ver sus estigmas, ya que siempre los tenía cubiertos, y es en el momento de la consagración donde el santo perdía más sangre. Campanini conservó cuidadosamente esta sangre y años después su hija lo donó al santuario.
A parte de esta valiosa reliquia que se encuentra en un busto de plata de Padre Pío, también los fieles pueden ver un guante, una estola, algunas vendas manchadas con su sangre y su manto, que cada 23 del mes, día en que se lo recuerda, viene puesto en los hombros de cada fiel como signo de bendición.
Estas últimas reliquias fueron donadas por san Juan Pablo II, ya que en este santuario se reúnen el grupo de oración de Padre Pio de toda la región del Lacio.
También se encuentra una hermosa estatua del Niño Jesús, que san Pío adoraba, él lo llamaba el “Bambinello dei baci” el Niñito de los besos, porque cada vez que pasaba delante de la imagen que se encontraba afuera de su celda, le dedicaba una pequeña oración y lo besaba. Este hermoso Niño Jesús sólo se lo puede ver para la época de Navidad.
San Salvatore in Lauro es un santuario porque desde el 1600 conserva una replica exacta de la Virgen del Loreto.
Este santuario se encuentra en el corazón de Roma muy cerca de Piazza Navona, posee el título cardenalicio desde el 24 noviembre 2007 (bula Purpuratis Patribus de Papa Benedicto XVI) y no sólo conserva las preciadas reliquias de san Pío de Pietrelcina, sino también de otros importantes santos: Parte del cuerpo de san Judas Tadeo, que viene expuesta el día en que se lo recuerda, el 28 de octubre y que gracias a su intersección se resolvieron muchas causas desesperadas. Además se conservan algunas vestiduras litúrgicas de san Juan Pablo II, una papalina, y un pedazo de camisa empapada con su sangre de cuando recibió el ataque en 1981. Y una reliquia ex corporis (una parte del cuerpo) de san Josemaría Escrivá.
En este 2018 el santuario está recibiendo un innumerable número de pelegrinos y fieles que llegan de todas partes del mundo a venerar estas importantes reliquias de Padre Pío ya que el 20 de septiembre se cumplen 100 años de sus estigmas y el 23 de septiembre 50 años de su muerte.
El santuario realmente es como su casa en Roma, tanto que fue visitado por sus restos en febrero del 2016 antes de llegar al Vaticano.
Fuente: sansalvatoreinlauro.org,tv2000