En Estonia, el Pontífice anuncia a los jóvenes: “El amor no ha muerto”.
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El Papa reconoció hoy que hay jóvenes a quienes “indignan los escándalos económicos y sexuales ante los que no ven una firme condena”. En la última etapa de su 25 viaje apostólico en Tallin, Estonia, asimismo exhortó: “Muchachas y muchachos el amor no está muerto, nos llama, nos envía”.
Lo hizo este 25 de septiembre de 2018 en medio de un público de jóvenes que no creen o practican alguna religión. Apenas el 0,5% de la población es católica y viven en un país altamente tecnológico, pero con un analfabetismo religioso alto entre los jóvenes.
El Papa fue sincero con los jóvenes y no escondió la falta de credibilidad de los escándalos que golpean a la Iglesia: “Sabemos —así nos lo habéis dicho en la consulta del Sínodo— que muchos jóvenes no nos piden nada porque no nos consideran interlocutores significativos para su existencia”.
“Algunos (jóvenes) incluso, piden que los dejemos en paz, sienten la presencia de la Iglesia como algo molesto y hasta irritante. Les indignan los escándalos económicos y sexuales ante los que no ven una firme condena, el no saber interpretar adecuadamente la vida y la sensibilidad de los jóvenes por falta de preparación, o simplemente el rol pasivo que les asignamos; estos son algunos de sus reclamos”.
El Papa ha querido dar un mensaje de compromiso para responder a los escándalos: “Queremos responder a ellos, queremos, como vosotros mismos lo expresáis, ser una «comunidad transparente, acogedora, honesta, atractiva, comunicativa, asequible, alegre e interactiva» (ibíd., 67)”.
El Papa invita a no hacer proselitismo, sino acompañar, vivir y ser cercanos a los que sufren y sin miedo: “Una comunidad sin miedo, los miedos nos paralizan. Los miedos nos empujan al proselitismo y la fraternidad es otra cosa: el abrazo y el encuentro fraterno”.
En otro momento, el Papa explicó que ante este contexto, “pareciera que el amor ha muerto, pero nosotros sabemos que no, y tenemos una palabra que decir, algo que anunciar, con pocos discursos y muchos gestos. Porque vosotros sois la generación de la imagen y de la acción sobre la especulación, la teoría”.
“Y así le gusta a Jesús – continuó – ; porque él pasó haciendo el bien, y al morir privilegió el gesto contundente de la cruz sobre las palabras. A nosotros nos une la fe en Jesús, y es él el que está esperando que lo llevemos a todos los jóvenes que han perdido el sentido de sus vidas. El riesgo también para nosotros creyentes de perder el sentido de la vida. Y esto sucede cuando nosotros los creyentes somos incoherentes”.
El Papa citó a una cantante juvenil estonia: “El amor ha muerto, el amor se ha ido, el amor ya no vive aquí» (Kerli Koiv, El amor ha muerto). Y son tantos los que hacen esa experiencia: ven que se termina el amor de sus padres, se disuelve el amor de pareja apenas casados, experimentan el desamor cuando a nadie le importa que tengan que emigrar a buscar trabajo o se los mire de reojo por ser extranjeros”.
Al final, el arzobispo luterano Urmas Vilma dijo al Papa que Estonia es una nación campo de innovación en Europa, con una educación centrada en el conocimiento, una nación libre y moderna, pero con con un verdadero analfabetismo religioso.