Su ciudad le ha concedido el título de “ciudadano del año”. Un ejemplo para los jóvenes.
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Hoy día, hay muchos adolescentes, demasiados, que apenas pueden cuidar de sí mismos, mucho menos de otra persona. Sin embargo, el adolescente italiano Roberto Molinari se distingue de los demás por su vida de servicio y dedicación. Ved este video para descubrir cómo se convirtió en el “cabeza de familia”, cuidando de sus padres y de su hermana menor desde que tenía 7 años.
La vida de la familia no fue siempre así. Roberto tuvo una infancia normal, hasta que una enfermedad degenerativa de las articulaciones empezó a limitar las capacidades de su madre. A medida que la enfermedad progresaba, ella fue quedando confinada a su casa. Mientras tanto, a su padre le diagnosticaron una enfermedad cardíaca y a su hermana menor un trastorno autoinmune. Como único miembro de la familia libre de enfermedades crónicas y dolor, Roberto fue asumiendo cada vez más responsabilidades sobre sus jóvenes hombros.
Actualmente, el trabajo diario de Roberto incluye hacer la compra, cocinar, limpiar, cuidar de sus padres y ayudar a su hermana con sus tareas. A pesar de sus importantes responsabilidades familiares, se las ha arreglado para tener una vida personal agradable y activa, además de obtener excelentes notas en sus estudios y jugar en un equipo de fútbol hasta hace poco. Su excepcional empatía ha llamado la atención fuera de su casa; su municipio, Spino d’Adda, le ha concedido recientemente el título de “ciudadano del año”.
Pero Roberto no se cree nada fuera de lo común. Cuidar de su familia es una fuente de alegría para él.
“Esta es mi felicidad”, asegura. “Soy un chico normal”.
La historia de Roberto es un valioso recordatorio de que la felicidad se encuentra sirviendo a los demás y no a nosotros mismos. Quizás el mundo le vendría muy bien contar con más jóvenes como Roberto.
