Y que nos incentivan a dejar que los pequeños también desarrollen sus ideas
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La imaginación de los niños puede ser infinita y a veces los adultos podemos tender a limitarla, ignorarla o, peor, juzgarla por parecernos “ideas locas, cosas de la inocencia infantil o una total pérdida de tiempo”.
Sin embargo, es importante escucharlos, incentivarlos a desarrollar sus ideas a través del estudio, guiarlos y, sobre todo, no desmotivarlos. Para muestra, miren lo que estos niños lograron.
No dejemos que nuestras frustraciones, agobios, responsabilidades o rutina diaria empañen la creatividad de los más pequeños; de lo contrario, podríamos llegar a un futuro lleno de autómatas.