Lo revela un nuevo informe del Banco Mundial
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A nivel global, una persona de cada diez vive en condiciones de pobreza extrema. El dato se desprende del nuevo informe de la Banca mundial sobre la pobreza en el mundo, difundido el miércoles 17 de octubre con ocasión de la 25ª edición de la Jornada Mundial contra la pobreza – instituida por las Naciones Unidas el 22 de diciembre de 1992 -, con el título Poverty and Shared Prosperity Report 2018. Piecing Together the Poverty Puzzle.
Los datos recogidos por el organismo con sede en Washington DC revelan de hecho que en 2015 (el último año del que se disponen datos fiables) el 10% de la población del mundo vivía bajo el umbral de la pobreza extrema, es decir, estaba obligado a vivir con menos de 1,90 dólares al día. Se trata, subraya el un comunicato de prensa el presidente del instituto, Jim Yong Kim, de la tasa más baja jamás registrada en la historia.
Esto significa que entre 1990 y 2015 la pobreza extrema cayó a nivel global del 36% al 10%, por tanto de una tasa media de un punto porcentual sobre base anual, aunque en el bienio 2013-2015 se registró una desaceleración. De 2013 a 2015, el descenso fue efectivamente sólo del 0,6% sobre base anual, y según las previsiones del Banco Mundial, la pobreza extrema bajará en el periodo 2015-2018 a un ritmo aún más lento, con una tasa inferior al 0,5% anual, hasta el 8,6%.
En cifras concretas, el descenso implica que en 2015, 735,9 millones de personas vivían en la pobreza extrema, respecto a 804,2 millones en 2013 (es decir, el 11,2% de la población mundial). Significa además que en el bienio 2013-2015 unos 68 millones de habitantes del planeta lograron salir de la condición de pobreza extrema, una cifra comparable a la población de países como Tailandia o el Reino Unido.
Diferencias regionales
En casi todas las regiones del mundo, la pobreza extrema ha disminuido, aunque no de manera homogénea. El descenso mayor tuvo lugar en el Asia meridional, la cual incluye a los gigantes demográficos India (más de 1.300 millones de habitantes) y Bangladesh (164,7 millones). En la macrorregión, el número de personas que viven con menos de 1,9 dólares al día descendió en el periodo 2013-2015 unos 58,1 millones, de 274,5 millones (el 16,2%) a 216,4 (el 12,4%).
En el mismo periodo, 25,9 millones de personas salieron de la pobreza extrema en la macrorregión del Asia oriental y del Pacífico, un descenso de 73,1 millones (el 3,6%) a 47,2 millones (el 2,3%). Más modesta ha sido la disminución ha sido la disminución en América Latina y en el Caribe, donde 2,1 millones de habitantes lograron salir de la pobreza extrema, que afectaba en 2015 aún a 25,9 millones de personas (respecto a 28 millones en 2013).
Paradójica se presenta la situación en el África al sur del Sahara, donde la tasa de pobreza extrema ha registrado de 2013 a 2015 un decrecimiento del 1,4%, del 42,5% al 41,1%. Pero a pesar de ello, el número de personas que viven en condiciones de necesidad extrema aumentó en la región unos 8,3 millones en el periodo 2013-2015, o sea, de 405,1 millones a 413,3 millones, según revela el informe. De los 27 países del mundo con tasas más altas de pobreza extrema, 26 son subsaharianos, recuerda el Banco mundial.
Una de las explicaciones es el rápido crecimiento demográfico en el continente, definido incluso como “desenfrenado” por la Süddeutsche Zeitung (11 septiembre). Emblemática es la situación de Nigeria, que cuenta hoy con unos 191 millones de habitantes, y que es el país más poblado de todo el continente y el séptimo a nivel mundial. Según las estimaciones de la ONU, hacia 2050 la población nigeriana superará la de Estados Unidos y se convertiría en el tercer país más poblado del planeta, después de China e India.
Y precisamente Nigeria está a punto de convertirse (hay quien dice que ya lo es) en el país del mundo con mayor número de habitantes en condiciones de pobreza extrema, según sugieren las proyecciones del Banco Mundial. Al menos hasta 2015 era la India la que encabezaba esta poco envidiable lista: el enrome país albergaba de hecho a más de 170 millones de personas por debajo del umbral de los 1,90 dólares al día, es decir, casi la cuarta parte del número total de pobres del mundo.
Impacto de conflictos y de situaciones de inestabilidad política
El informe del Banco mundial arroja también luz sobre el impacto de guerras o conflictos, y situaciones de inestabilidad política. Lo demuestra en particular la situación en la región de Oriente Medio y del África septentrional, conocida también por la sigla MENA (del inglés Middle East and North Africa).
En la macrorregión, la tasa de pobreza extrema ha subido del 2,6% en 2013 al 5% en 2015, un incremento por tanto del 2,4%, o sea, casi el doble. En cifras concretas, esto significa que el número de personas que deben salir adelante con menos de 1,90 dólares al día ha saltado en la región de 9,5 a 18,6 millones de personas, o sea, un aumento de 8,1 millones. La situación en la MENA nos recuerda, advierte el Banco Mundial, que los progresos obtenidos en el pasado “no pueden darse por descontados”.
Lo que ha causado este fuerte aumento, por otro lado en clara tendencia contraria respecto a las demás regiones, han sido el conflicto en Siria y la guerra civil (o quizás mejor la guerra por encargo) en Yemen. En este país, situato en la península arábiga, la violencia ha causado “la peor crisis humanitaria creada por el hombre en el mundo” – lo dice la Oficina de la ONU para la ayuda humanitaria (OCHA en inglés) -, que está afectando a millones de personas. La crisis siria ha provocado unos 6,7 millones de desplazados internos y más de 5 millones de prófugos.
Sucede lo mismo con el África subsahariana, que albergaba en 2015 más de la mitad de las personas en condiciones de pobreza extrema, es decir, 413 millones de un total de 736 millones. Además, más de la mitad (el 54%) de las personas en los llamados “ambientes frágiles y en conflicto” (FCS, del inglés fragile and conflict settings) vivían en 2015 en el África al sur del Sahara.
Mientras en 2015 la tasa de pobreza en 35 países FCS era del 35,9%, o sea, un aumento del 1,5% respecto al año 2011 (el 34,4%), en el mismo año, casi la cuarta parte (el 23%) de todos los pobres vivían en esta categoría de países, sigue el informe. Según el Banco Mundial, la pobreza extrema está siempre más asociada a la fragilidad institucional y al conflicto.
Un “Venti Caffe Latte” de Starbucks
La pobreza extrema è anche un fenomeno “desproporcionadamente” rural, en el sentido de que más de las tres cuartas partes de los pobres del planeta viven en zonas rurales, afirma el informe. Se trata además de un fenómeno femenino: a nivel global, 104 mujeres por cada 100 hombres viven en núcleos familiares pobres, una relación que sube a 109 mujeres por cada 100 hombres en el Asia meridional, observa el texto, que añade que los niños están doblemente a riesgo de vivir en núcleos familiares pobres.
El informe del Banco Mundial recuerda además que en 2015 más del 85% de los pobres vivían en dos regiones del globo: el África subsahariana y el Asia meridional. El otro 15% en cambio, unos 106 millones de pobres, vivían en las otras cuatro regiones examinadas en el informe.
Mientras en 84 de los 164 países monitorizados la tasa de pobreza ha descendido hoy por debajo del 3%, es probable en cambio que en el África subsahariana permanecerá estable también en 2030, el año en el que la comunidad internacional debería alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible decididos por las Naciones Unidas, entre ellos el de “Pobreza cero”.
Hay que recordar que en el África al sur del Sahara, el 84,5% de la población vive con menos de 5,5 dólares al día, o sea, más o menos el precio que se paga en Nueva York por un Venti Caffe Latte en un store de Starbucks, observa Kate Gibson en la CBS News.
Por debajo de este umbral, considerado el umbral de la pobreza en los países de renta medio-alta, vive casi la mitad (aproximadamente el 46%) de la población mundial, o sea, 3.400 millones de personas, según afirma un comunicado de prensa del Banco Mundial. Poco más de la cuarta parte (el 26,2%), o sea, 1.900 millones de personas, vive con menos de 3,2 dólares al día, o sea, el umbral de la pobreza en los países de renta medio-baja, recuerda el texto. El camino para cumplir con los objetivos establecidos por la ONU se anuncia, por tanto, bastante arduo.