Otros temas emergentes son el acceso a las universidades, el sexismo, el racismo y la violencia por armas de fuego
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México y Estados Unidos, desde la década de los setenta del siglo pasado, han tenido una discusión sin saldar: que México es el trampolín de la droga a Estados Unidos, sí, pero Estados Unidos es la piscina universal de la droga. Y todo trampolín da a una piscina. Si no, no tiene ninguna utilidad.
Un aumento considerable
Desde que Donald Trump asumió el poder, quizá sin una causa específica ligada a él, la percepción del ciudadano estadounidense sobre los principales problemas por los que atraviesa el país han cambiado con fuerza. Hoy mismo, el problema mayor que vislumbran es, justamente, la epidemia de adicciones que arrasa al país del norte.
En efecto, en los casi dos años transcurridos desde la elección presidencial de noviembre de 2016, las opiniones de los estadounidenses sobre la gravedad de varios problemas nacionales ha cambiado, con preocupaciones sobre la adicción a las drogas, la accesibilidad de los jóvenes a la universidad, el sexismo y el racismo.
Una encuesta del Pew Research Center, liberada esta semana muestra que la proporción de adultos estadounidenses que dicen que la adicción a las drogas es un problema “muy grande” en el país ha aumentado doce puntos porcentuales desde una encuesta realizada poco antes de las elecciones de noviembre de 2016, de 56 por ciento a 68 por ciento en la actualidad.
Otros problemas muy serios
Los estadounidenses, según la nueva encuesta del Pew, ven otros dos problemas como emergentes en su vida. El primero de ellos tiene que ver con el cada día más costoso acceso de los estudiantes que terminan la preparatoria a las universidades del país. Muchos de ellos que logran acceder, quedan endeudados por toda la vida.
En este sentido, de 2016 a 2018, el problema del acceso a la universidad ha crecido en once puntos porcentuales y, producto del movimiento “Me too”, así como los escándalos de Hollywood, en la política norteamericana y en las altas esferas de la empresa, el sexismo es otro problema “muy grande” que está en la opinión de la gente: en el mismo período ha aumentado once puntos porcentuales.
Finalmente, en la tabla de problemas “muy grandes” y que van en aumento en estos dos años de la presidencia de Donald Trump, se encuentran el racismo, que ha aumentado en siete puntos porcentuales, y la cuota por violencia con armas de fuego, que ha aumentado en cinco puntos porcentuales de 2016 a 2018.
¿Cuáles son los problemas más graves?
La adicción a las drogas ocupa, sin lugar a dudas, el primer lugar de la lista de los 18 problemas de la encuesta nacional realizada por el Pew entre el 24 de septiembre y el 7 de octubre de 2018, junto con la asequibilidad de la atención médica (70 por ciento dice que es un problema “muy grande”) y la ética en el gobierno (67 por ciento).
Por otro lado, las opiniones de los estadounidenses que mencionan dos temas, el terrorismo y las oportunidades de empleo, como los principales problemas nacionales, han disminuido en los últimos dos años. Alrededor de un tercio (35 por ciento) dice que el terrorismo es un problema muy grande, 18 puntos menos que hace dos años.
Y, con la tasa de desempleo en su punto más bajo desde 1969, la proporción que dice que “las oportunidades de empleo para todos los estadounidenses” es un gran problema nacional, ha disminuido 22 puntos, de 47 por ciento en 2016 a 25 por ciento en la actualidad.
Entre otras cuestiones económicas, mucho más citan la asequibilidad de la universidad (63 por ciento), el déficit del presupuesto federal (55 por ciento), la brecha entre ricos y pobres (54 por ciento) y los salarios y el costo de la vida (52 por ciento) como muy grandes problemas.