Aprender a desarrollar el espíritu crítico es fundamental para gestionar la avalancha informativa de hoy. Por que la desinformación no es la falta de información, sino el exceso de ella.
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Los periodistas lo aprendemos en primero de carrera: la desinformación no es la falta de información, sino el exceso de ella. Y en este momento que nos ha tocado vivir estamos totalmente inmersos en la segunda parte de esa frase. Rodeados por internet, por contenidos en televisión, por publicaciones… Al cabo del día nos llegan decenas de noticias por diferentes canales. Al final, millones de opciones donde elegir mientras, sin embargo, nuestra capacidad para ‘discriminar’ y elegir no ha recibido una educación precisa para ello. Aún menos nuestros hijos, que ya son nativos digitales.
Las administraciones lo saben y por ello empiezan poco a poco a hablar de proyectos para enseñar a utilizar los medios, de introducir asignaturas sobre medios de comunicación en el aula. Si bien las alarmas están saltando sobre todo por las adicciones a redes sociales, hay una parte en la que también hay que trabajar más: enseñar a los niños y jóvenes a leer y entender a la prensa, a ver noticias en televisión. Y en ese sentido ver significa tener comprensión crítica: saber elegir y diferenciar, y sí, en tiempos de fake news (noticias falsas), a no dejarse engañar por contenidos propagandísticos.
El debate en muchos países se centra en cómo llevar los medios de comunicación a la escuela. En Primaria, en Secundaria… ¿con asignaturas, con visitas a los medios, con charlas de periodistas? Pero como bien sabemos, la primera gran escuela de nuestros hijos es la familia. Porque además, en familia también consumimos muchas noticias. Del diario, a la tele y la radio. Y desde aquí se puede empezar.
La mayoría de estudios sobre lo que se conoce como “alfabetización mediática” coinciden en una serie de consejos al respecto:
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Esta educación mediática es una herramienta contra las ‘fake news’. Una buena educación mediática les preparará para saber diferenciar una noticia falsa. Si han aprendido qué es un periodista, cómo se usan las fuentes, de dónde vienen las noticias, tendrán mucho ganado frente a quienes no tienen este conocimiento.
Explícales las consecuencias de compartir información propia y ajena. Con todo esto les estaremos ayudando a hacer un buen uso de las redes sociales, donde todos somos creadores de contenido. Y probablemente, también nos ayudará a reflexionar sobre cómo lo hacemos nosotros.
