Cada año desde hace 12 años, el santuario de Lisieux, como muchas otras ciudades de Francia, ofrece una exposición de Navidad centrada en portales de Belén del mundo entero. Procedentes de hasta cincuenta países, nos recuerdan la universalidad del mensaje cristiano
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Independientemente de su origen y su estilo, sean exóticos o tradicionales, los portales de Belén celebran un acontecimiento universal: el nacimiento del Salvador. Adaptados a las culturas de los países o regiones a los que pertenecen, son reflejo de tradiciones ancestrales, con formas y colores de todo tipo: minimalistas, recargados, coloridos, monocromos, en escala real o en modelo reducido… la vasta imaginación de los artesanos belenistas no tiene límites.
En el santuario de Lisieux, más de 250 nacimientos del mundo entero se exponen para deleite de niños y adultos, desde hace ya casi 13 años. En Landogne, departamento de Puy-de-Dôme, Francia, esta tradición se respeta anualmente desde 1996. Centenares de belenes son expuestos en las calles de la ciudad con la representación de un belén viviente como momento culmen. Este año, tendrá lugar el 23 de diciembre.