Con estas dos nuevas reservas, se triplicará el espacio submarino protegido en la Argentina, que hasta el momento sólo incluía el 2,6% de la superficie de su mar.
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Fue un año récord para la creación de parques nacionales en la Argentina, espacios en los que desde se procura conservar en estado natural un ecosistema.
Durante el año, se habían creado parques nacionales en Córdoba, Tucumán, Buenos Aires y Corrientes. Pero durante una de las últimas sesiones legislativas del año, se crearon dos nuevos espacios protegidos en la Patagonia, con una particularidad: se trata de espacios marinos, de dos Reservas Nacionales Marinas Estrictas.
La Reserva Nacional Marina Namuncurá–Banco Burdwood II y la Reserva Nacional Marina Yaganes consisten en espacios de más 100 mil mt2 de superficie marítima que de ahora en más no podrán ser navegados para la pesca, y sin autorización, no se podrán utilizar para ningún tipo de actividad.
En las Reservas Naturales Estrictas, como explican desde Parques Nacionales, “están prohibidas todas las actividades que modifiquen sus características naturales, que amenacen disminuir su diversidad biológica o que, de cualquier manera, afecten a sus elementos de fauna, flora o gea, con excepción de aquellas que sean necesarias para el manejo y control”.
Mira maravillosas imágenes aquí:
La Cuenca de los Yaganes, al sur de Tierra del Fuego, representa el punto más meridional de la Argentina continental. Allí, a principios de este año se realizó una expedición científica fruto de un trabajo conjunto entre National Geographic Pristine Seas, el Foro para la Conservación del Mar Patagónico, y los gobiernos nacionales y de la provincia de Tierra del Fuego. Fruto de ese trabajo es esta ley, y también algunas imágenes que dan cuenta de una inmensa riqueza oculta bajo el mar.
La Reserva de Yaganes abarca 69.000 km2 en los que libres de pesca industrial, podrán recuperarse poblaciones merluzas negra, de cola, austral, polaca y sardina fueguina. Se trata de pilares básicos del ecosistema, que garantizan además el hábitat de otros animales que sí vemos y disfrutamos, como lobos marinos, elefantes marinos, delfines, ballenas, pingüinos, petreles, albatros y otras aves marinas; entre otros.
El trabajo fue impulsado por el Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de influencia, entidad que aspira a duplicar las áreas marítimas protegidas por Chile y la Argentina durante 2019. Según expresan, estas áreas entre múltiples beneficios, “promueven economías locales más sustentables, preservan valores culturales, fortalecen relaciones internacionales y favorecen la adaptación al cambio climático”.
Con estas dos nuevas reservas, se triplicará el espacio submarino protegido en la Argentina, que hasta el momento sólo incluía el 2,6% de la superficie de su mar. Su incorporación es fundamental para alcanzar la aspiración de tener para 2020 el 10% de la superficie marítima argentina protegida.