Distintos lugares y una misma escena
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Los pasajeros que llegaban lucían tan incrédulos como los que partían. En el hall central del Aeroparque Metropolitano de Buenos Aires una empleada tocaba con su violín los acordes de Jingle Bells. A los pocos segundos, se le unía un pasajero con un clarinete para Llegó Navidad. Y luego, ya con comandantes de vuelos, barrenderos, y más pasajeros, una increíble versión del Brindis, de la ópera de Verdi La Traviata. Un Flashmob tomaba el aeropuerto porteño, y regalaba una experiencia inolvidable para los viajeros.
A muchos kilómetros de allí, en Neuquén, los que asistían a la emergencia del Hospital Complejidad 6 de Cutral Có – Plaza Huincul, se encontraban con parte del personal de un Hospital en la calle para en las puertas del Hospital tener un Pesebre Viviente. En muchos hospitales se organizaron actividades muy parecidas. En el Hospital Austral, de Pilar, los protagonistas fueron los niños internados con sus hermanitos, muchas veces postergados de atención en la recuperación de sus hermanos enfermos. Y en tantos otros hospitales. Son mimos para las familias que probablemente tendrán una Navidad muy especial, esperando el órgano que no llega, la cura que no aparece, la recuperación que se demora más de lo esperado.
En Mar del Plata, el obispo de esa diócesis visitó la Unidad Penitenciaria UP50 de Batán para celebrar la Misa, bautizar tres internas, confirmar a cinco, y dar la primera comunión a cuatro. Todos, custodios de las internas y ellas mismas, recibieron como regalo un pequeño Niño Dios confeccionado por una abuela. Se trata a veces de un primer anuncio para personas que quizá nunca tuvieron la oportunidad de comprender el misterio de la Navidad como esta vez que les toca estar presas por un delito cometido. Pero no es un caso aislado. En muchas cárceles, la Navidad ofrece oportunidades de encontrar esperanza e incluso vivir momentos de fraternidad. Como en Panamá:
En el Cottolengo Don Orione, de Claypole, fueron semanas de actividades especiales, de decorar el hogar, de bailar, de rezar, de preparar artesanías y regalitos, de cocinar pan dulce, de brindar, de pesebre viviente, de muchas sonrisas. Como en todos los hogares donde acompañan rehabilitaciones de distintos tipos, o acogen a personas, se repitieron imágenes que nos enseñan que pase lo que pase, estemos donde estemos, Navidad es motivo de alegría
Sea donde más se necesita, o donde menos se lo espera, la Navidad es motivo de alegría en todos lados.
