Laia Sanz, la piloto de motos española, habló del curioso contenido de su equipaje y de qué hace para superar sus limitaciones físicas.
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Laia Sanz forma parte del grupo de pilotos que el 6 de enero de 2019 (a la vuelta de la esquina) apostará al todo o nada en el rally Dakar, que finaliza el día 17 en Lima.
La prueba de este año es, según los expertos, especialmente dura. Se efectuará íntegramente en Perú y en total los participantes habrán de recorrer 5.000 kilómetros, de los que más de 3.000 son desierto.
Laia es piloto de motocicleta: 3 veces campeona del mundo de trial y 5 veces campeona del mundo de enduro. Esta española, de Corbera del Llobregat (Barcelona), mostró ante las cámaras de televisión qué cosas imprescindibles lleva como equipaje y, entre los objetos que más valora, se encuentran 3 cascos, una cazadora con airbag y… una medalla religiosa.
“Es una medalla de San Antonio. Me la regaló mi abuela y me ha acompañado en todos los Dakar en que he participado”, explicó. Para Laia es una pieza importante entre los 150 kilos de material que viajan con ella.
La deportista se mostró transparente incluso al hablar de sus puntos flacos: en las botas lleva plantillas para corregir un defecto de sus pies, y emplea Ventolín porque es asmática. Estos defectos no han sido más que acicates para superarse y llegar al podio mundial.
Además, no le faltó buen humor para explicar que también lleva consigo un secador “para secarme el pelo por la noche, que si duermo con el cabello húmedo me da tortícolis” y un frasco de colonia “porque a última hora dela jornada se agradece el buen olor”. En la bolsa tampoco falta algo de lectura: en este caso se trata del libro “Solo”, en el que el surfista Álvaro Vizcaíno habla de cómo afronta el reto de surcar olas.
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