La educación es algo que se aprende en casa y cada momento de convivencia con los hijos es una ocasión única para ir sembrando la educación y los valores que queremos para nuestros hijos.
Estos son algunos consejos específicos que tienen que ver con momentos concretos en casa:
1. Establece horarios para cada actividad
Es muy importante que los niños tengan horarios y que sepan cumplirlos. Diseñar un horario con los hijos puede ser un buen inicio para la convivencia. Es recomendable ponerlo en algún lugar de su habitación, para que lo tengan presente y sepan qué hacer cada día.
2. Confecciona y fomenta rutinas
Si los horarios son importantes, las rutinas suponen un nivel igual o superior. Tenemos que establecer rutinas en los niños. Estas pueden ser de orden, higiénicas, saludables o de otra índole.
A modo de ejemplo podemos indicar que se laven las manos siempre antes de cada comida, cepillarse los dientes bien después de comer, preparar a la noche antes de acostarse su mochila para el día siguiente, recoger un juguete antes de sacar otro, etc.
El orden en el hogar facilita la convivencia y ayuda a crear armonía en casa.
3. Dota a los niños de roles y responsabilidades
En familias con dos o más niños incluso se puede nombrar a un encargado de supervisar el orden y que se cumplan las rutinas y/o normas establecidas por la familia, el encargado se puede cambiar cada día o cada semana, éste tendrá diversas funciones, por ejemplo supervisar que ninguno de sus hermanos deje las luces encendidas, el grifo abierto, la tapa del WC levantada, etc.
El juego de roles es un juego que gusta mucho a los niños y los dota de gran autoestima y motivación, aprenden a establecer reglas, cumplirlas y hacerlas acatar.
4. Utiliza estas palabras
“Gracias” , “te quiero”, “perdón”, “por favor”, “lo siento” y “ponte en su lugar”. Estas palabras positivas y empáticas promueven una buena educación. Y es que el lenguaje positivo promueve comportamientos positivos
5. Enséñales el valor de las cosas y a tener paciencia
Los niños tienen que tener paciencia, y la paciencia hay que entrenarla. Hay padres impulsivos que tan pronto el niño pide algo, porque se lo vio a un amigo, en la televisión o en un catálogo de juguetes, se deciden inmediatamente para comprarlo.
Sin embargo si les educamos a adquirir las cosas con esfuerzo estaremos enseñando a nuestros hijos a valorarlas más. De este modo aprenden a valorar más lo emocional y afectivo que lo material. Es el momento de manifestarles lo mucho que los queremos.
6. Conserva los momentos familiares
Quizá por trabajo o por el ritmo de vida actual, se están perdiendo los momentos familiares, esos momentos de diálogo entre los miembros de la familia, donde cada uno cuenta qué tal fue su día.
Por eso, conviene valorar los buenos momentos de conversación entre adultos y niños que se establecen en el hogar familiar.
Los días de descanso y fines de semana suelen ser una gran oportunidad para realizar actividades en familia. No hace falta tener dinero para grandes viajes. Una excursión, un picnic, un paseo matutino pueden ser grandes momentos para disfrutar la familia.
Cada momento de la vida ha de ser una buena ocasión para educar a los niños.