El 6 de enero de 1494, Cristóbal Colón fundó la ciudad de La Isabela, en honor de la Reina Isabel, tras celebrar la primera Eucaristía del nuevo mundo
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El 25 de septiembre de 1493, Cristóbal Colón volvió a zarpar en su segundo viaje hacia lo que él creía entonces que era la ruta más corta hacia las Indias Orientales. Esta ocasión ya no fue con tres carabelas. La flota se componía de 17 barcos (cinco naves y doce carabelas) y 1.500 hombres, habiendo salido del puerto de Cádiz.
Colón iba acompañado por el sacerdote Fray Bernardo Boil, quien también iba a cargo de algunos religiosos de diversas denominaciones religiosas, como el Jerónimo Ramón Pané, primer etnógrafo de América, y diversos personajes (entre ellos Pedro de las Casas, padre del futuro “apóstol de los indios”, fray Bartolomé de las Casas) para iniciar la conquista espiritual de las tierras recién descubiertas.
El fraile tenía los poderes pontificios -dados por el papa Alejandro VI- para erigir iglesias, predicar y aplicar las penitencias que encontrará conveniente,
Valenciano o catalán, probablemente de Tarragona, el padre Boil debió de nacer a mediados del siglo XV, de familia noble, y llevó algún tiempo vida de caballero, próximo a la Corte, siendo secretario del rey y comisario en una expedición a Cerdeña en 1479.
Monje y luego ermitaño en Montserrat, se ordenó en 1481, y ejerció las funciones de abad (lo era en encomienda Julio della Rovere, más tarde papa Julio II). Conoció a Francisco de Paula y se pasó a la Orden de Mínimos fundada por este santo, quien le nombró su vicario general en España.
Como quiera que Fernando el Católico quisiera reformar el Monasterio de Montserrat en sentido de mayor austeridad, Boil, nombrado vicario apostólico, fue enviado a las Indias como hombre de su confianza para iniciar la evangelización del Nuevo Mundo.
El objetivo de este segundo viaje fue explorar, colonizar, encontrar el camino hacia India y Catay y predicar la fe católica por los territorios que habían descubierto, bajo el cobijo de las bulas alejandrinos que protegían los territorios descubiertos de las reclamaciones portuguesas.
La primera eucaristía
El 27 de noviembre de 1493 Colón y sus hombres llegaron al Fuerte de Natividad, en la isla La Española (hoy República Dominicana), encontrándolo destruido con todos sus compañeros muertos.
Colón bordeó la costa buscando un emplazamiento más seguro, y el 6 de enero de 1494, con una Misa celebrada por fray Bernardo Boil (junto con el lego jerónimo Ramón Pané, el mercedario Juan Infante, y los franciscanos sacerdote Rodrigo Pérez, y los legos Juan de Ledeule y Juan Tisim), fundó la ciudad de La Isabela, en honor de la Reina Isabel. Se trata de la primera ciudad europea en territorio americano.
La Isabela se compuso de unas 200 casas de madera, que fueron construidas en unos cuantos días. También había edificaciones de piedra, entre las cuales se encontraban la torre del observatorio, la segunda casa de Cristóbal Colón, la iglesia, entre otras edificaciones.
Su primer alcalde, nombrado por Colón y ratificado por los Reyes Católicos, fue Antonio de Torres, capitán de la nao Marigalante, Antonio de Torres, persona de confianza de Colón.
Pocos meses después fue creado el primer cabildo de América presidido por Diego Colón, hermano del Almirante, y con Fray Bernardo Buil y otros como vocales.
La Isabel tendría una vida efímera; en menos de cinco años fue abandonada. Los hallazgos de minas de oro en el sur de la isla llevaron a los colonos hacia esa zona fundándose la ciudad de Santo Domingo de Guzmán.
El 3 de mayo de 1493, el Papa Alejandro VI, por medio de las bulas Eximiae devotionis e Inter cetera, ordenó a los reyes españoles, bajo santa obediencia, que se preocupasen de la evangelización de los indígenas. La primera Misa en América atestigua la obediencia a las bulas del Papa y al mandato de la reina Isabel a Colón.