El acto terrorista ocurrido en Bogotá y reivindicado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el que arrebataron la vida a más de veinte muchachos estaría directamente vinculado con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, asegura FundaRedes a Aleteia tras presentar en entrevista exclusiva una amplia argumentación al respecto
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La vinculación del Gobierno de Nicolás Maduro con la actuación de la guerrilla en Colombia es directa. Lo afirma en entrevista exclusiva con Aleteia el presidente de la plataforma de investigación de frontera, FundaRedes, Javier Tarazona. Al analizar los hechos posteriores a la explosión en Bogotá, calificada por la comunidad internacional como un acto de terrorismo y reivindicado por el grupo guerrillero, esto fue lo que dijo el profesor universitario:
“No dudamos que haya una vinculación en cuanto a la dotación de explosivos, de armamentos. Su objetivo finalmente es acceder al poder. Y la confrontación verbalizada que hay entre Maduro y el propio presidente (Iván) Duque, de una y otra forma sugiere que ¡está detrás de esto!”, añadió.
“La vinculación del ELN con el régimen de Nicolás Maduro es muy alta. Y todo en función de la evolución de este grupo guerrillero en territorio venezolano”, dijo. Sostuvo en este aspecto que “2018 fue un año de control de la producción minera ilegal en el estado Bolívar y de control y presencia del ELN en el Arco Minero”. Un sitio donde abundan la inseguridad, los choques entre bandas, sindicatos y pranes, según el el obispo emérito de Puerto Ayacucho, José Ángel Divasson.
Reiteró además que durante ese año ocurrió “la consolidación de campamentos del ELN en los estados Lara y Falcón para hacerse con parte de la costa venezolana, en su intención de controlar el microtráfico y narcotráfico a través de las Islas Holandesas”.
A ello se le suma “el barrido a lo largo y ancho de la frontera colombo venezolana de más de 2200 kilómetros de extensión, con amplia presencia de cultivos (ilegales). La colocación en zonas estratégicas venezolanas de minas antipersonas, donde han resultado muertos militares venezolanos. Todo esto da cuenta de una relación directa entre el gobierno de Nicolás Maduro y el Ejército de Liberación Nacional”.
¿Reconocidos como tal por el Gobierno?
Efectivamente, porque conociendo donde están, no actúan contra ellos. Hubo una actuación del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, que fue cuando le rogó al ELN que se fueran del país. Ocurrió luego de la matazón que hubo en el estado Amazonas.
Pero la única acción militar en Cutufí, en Apure, fue en mayo (2018), cuando informan del desmantelamiento de operaciones de la guerrilla, en esa región llanera. Desde FundaRedes hemos realizado el monitoreo, y en esa región una emisora del grupo irregular sigue al aire, por lo que vemos que existe una complicidad importante.
La vinculación con la actuación de la guerrilla en Colombia es directa. No dudamos que haya una colaboración en cuanto a dotación de explosivos y de armamentos. Su objetivo finalmente es acceder al poder. Y la confrontación verbalizada que hay entre Maduro y el propio presidente Duque, de una y otra forma sugieren que está detrás de esto!
¿De qué manera afectarán las medidas de Iván Duque la vida de la frontera, considerando la presencia del grupo guerrillero en esas zonas entre Colombia y Venezuela?
-En cuanto a las medidas anunciadas por el presidente de Colombia al ELN, creo que va a tener mayor presencia en territorio fronterizo, no estando ésta tan permeada, y pueda existir de esta manera ese control, ese sostén para territorio venezolano, por lo que van a resguardarse totalmente acá; así como a vivir en tierra venezolana y afectar a la población venezolana.
¿Asocia entonces la acción de Iván Duque con la intensificación del problema en las zonas de frontera en Venezuela?
-Yo celebro que el gobierno de Duque pueda ejercer verdaderamente presión. Celebro que extinga la guerrilla en Colombia y que ya, vista la actuación despiadada de esa guerrilla con el atentado, actúen con la misma proporcionalidad de la fuerza que se debe contra esos terroristas.
Pero no puedo culpar a Duque o a sus medidas de lo que nos pueda pasar en Venezuela. Precisamente, el régimen de Nicolás Maduro aliado con la guerrilla ha generado que nuestra cotidianidad sea una de anticultura de la muerte y de la violencia, donde los grupos irregulares desarrollan su actividad ilícita de manera normal.
En especial en territorio tachirense, en Apure y en Zulia, que son fronteras más cercanas a Colombia, son los grupos guerrilleros los que generan una economía paralela allí: vemos camionetas último modelo y nos preguntamos: ¿cómo es posible? Lo es por toda la actividad ilícita de contrabando, del microtáfico, de trata de personas, de venta de órganos.
Cuando he manifestado que la mano dura de Duque genera un desplazamiento hacia territorio venezolano, digo también que uno aspiraría que el Gobierno venezolano: extirpe, extinga, presione y colabore con la comunidad internacional para frenar a los grupos guerrilleros, pero verdaderamente son sus aliados.
Y no lo dice Javier Tarazona: fue el mismo Hugo Chávez quien dijo desde el seno de la Asamblea Nacional que el Ejército de Liberación Nacional y las FARC eran verdaderos ejércitos. Y FundaRedes ha documentado cómo estos grupos irregulares han tomado el control y la participación incluso en la administración de políticas públicas del Gobierno nacional.
Protestas y marchas tras el atentado
Esta semana, miles de colombianos salieron a protestar por el atentado terrorista en el que murió una veintena de estudiantes que anhelaban ser oficiales de policía. En la reseña de Vicente Silva Vargas para Aleteia Colombia se recuerda que en Bogotá se organizó la principal de las marchas.
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Colombia marchó contra el terrorismo
“Coincidieron partidarios del Gobierno y opositores al presidente Iván Duque Márquez, y aunque no se les vio en el mismo lugar, su concepto fue idéntico: homenajear a los jóvenes estudiantes asesinados, trabajar unidos contra el terrorismo y promover el respeto a la vida”.
Acto de cinismo
En un acto de particular cinismo, el grupo narcoterrorista pidió “respeto” al protocolo firmado con el gobierno de Juan Manuel Santos tras admitir su autoría en el caso. Y es que el acuerdo les otorgaba 15 días para el regreso “seguro” a la clandestinidad. La petición fue rechazada por el Gobierno de Duque bajo el argumento de que tal protocolo no fue suscrito con su gestión.
El mensaje fue claro y contundente: “Ordené el levantamiento de suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de este grupo en Cuba. También revoqué la resolución que creaba las condiciones de permanencia en ese país. Se activan las circulares rojas de Interpol”.
El martes 22 de enero insistió en su pedido a Cuba para que extradite a los negociadores de paz del ELN, luego de que se rompieran los diálogos en La Habana tras el atentado.
“Hacemos un llamado respetuoso al gobierno cubano para que proceda con las órdenes de extradición y puedan entregar a las autoridades colombianas a los responsables de esa organización para que paguen las penas que se merecen”, dijo el mandatario.
La posición reitera su línea de discurso emitida en julio de 2018: “En Colombia deben parar las muertes violentas, las amenazas y el terrorismo. Rechazamos los actos intimidantes del ELN…”