En muchas partes del mundo hay una escuela, una capilla y hasta una calle dedicada al gran santo educador de los jóvenes. Sin embargo, para poder conocer las raíces, hay que visitar los lugares donde realmente vivió.
Comenzamos con el lugar donde nació, Colle Don Bosco, parte de Castelnuovo Don Bosco, ciudad en la provincia de Asti. La ciudad de Don Bosco, el Museo Misionario y el Instituto Bernardi Semeria, residencia actual de la comunidad salesiana.
En 1828 deja su ciudad natal y se va a trabajar como pastor a una casa de familia muy cercana a su madre, en Moncucco, a la distancia de ocho kilómetros. Aquí comienza la idea de llegar a ser sacerdote.
Finalmente en Chieri, ciudad cercana a Turín, y con grandes esfuerzos económicos, entra al seminario. Allí pasó diez años estudiando y trabajando, y asistiendo a escuelas públicas para ayudar a los escolares, fundó la Sociedad Allegría, y las reglas eran: hacer bien los deberes escolares y religiosos y el valor de la amistad con la alegría.
El 29 de marzo de 1841 recibió la orden del diaconado y el 26 de mayo. Los ejercicios espirituales de preparación para el sacerdocio que recibió el 5 de junio de 1841 en la Capilla de la Arquidiócesis de Turín.
Luego se traslada a un Turín. Sus primeros pasos como sacerdote los vive en un ex convento con la iglesia de San Francesco de Asís.
Fue en esta época que don Bosco, joven sacerdote de 26 años, decidió salir por las calles de la ciudad y observar en qué estado de degradación se encontraban los jóvenes de la época, en plena revolución industrial.
En la plaza de Porta Palazzo, conoció a varios muchachos que intentan conseguir trabajo en las fábricas como fuera. Muchos de ellos no conseguían nada por ser poco robustos.
En la plaza San Carlo, Don Bosco conversó con pequeños deshollinadores, de unos siete u ocho años. Eran muy respetuosos con el sacerdote, que los defendía muy a menudo contra los abusos de los trabajadores mayores que intentan robarles su salario miserable.
De allí nace la primera idea del oratorio de Don Bosco. El 12 de abril de 1846, día de Pascua, Don Bosco encuentra un lugar para sus jóvenes, un cobertizo en Valdocco.
En 1854, Don Bosco funda la Sociedad Salesiana, con el fin de garantizar la estabilidad de sus obras y su espíritu durante los próximos años.
Diez años más tarde, coloca la primera piedra del santuario de María Auxiliadora, obra tan querida por el santo.
Y este es el recorrido por Italia, pero también podemos hacer otro pequeño recorrido por Argentina, con sus primeras misiones.
El 11 de noviembre de 1875 Don Bosco envía la primera expedición en Argentina con Juan Cagliero como encargado de la expedición. Desde Argentina, los salesianos llegarán con sus oratorios a las otras naciones latinoamericanas.
La presencia de los misioneros había sido solicitada por el arzobispo Mons. Aneiros, que propuso a Don Bosco aceptar la administración de una parroquia en Buenos Aires y un internado para niños en San Nicolás de los Arroyos.
La segunda expedición llegó a la Patagonia, un sueño de don Bosco que pudo realizarse en 1879. Carmen de Patagones es la primera obra salesiana en aquel lugar. Posteriormente se abrió Chos Malal, Bahía Blanca, Junín de los Andes y poco a poco las otras casas.
Estos son algunos de estos lugares: