5 monasterios medievales poco conocidos de Cataluña

Piensa en una iglesia en Cataluña; seguramente te venga a la mente la Sagrada Familia de Gaudí, construida por el famoso arquitecto catalán en Barcelona. Pero alrededor de la comunidad autónoma de Cataluña, a los pies de los Pirineos, se encuentra un mundo oculto de monasterios antiguos; que a menudo caen fuera del radar de los turistas cristianos.

Muchas de estas abadías e iglesias se construyeron entre los siglos XI y XIII según el estilo románico. Es un tipo de diseño arquitectónico caracterizado por el uso de muros gruesos, arcos semicirculares, bóvedas de cañón y robustas columnas de piedra tallada.

La arquitectura románica encarnaba la voluntad de construir estructuras duraderas que pudieran resistir la prueba del tiempo; y los ataques enemigos, que no eran infrecuentes durante la Edad Media. Daban también una sensación de estabilidad y equilibrio, muy necesario para los cristianos de la zona. Estamos en la época de la Reconquista, poco después de arrancar estas tierras de las manos musulmanas.

Aquí presentamos una colección de los ejemplos más icónicos del románico catalán.

Su primera mención escrita en documentos históricos se remonta al año 879. Este monasterio de piedra se construyó en terrenos escalonados; en las colinas del Alt Empordà en la parte noreste de Cataluña, con vistas a la bahía de Llançà.

Sus orígenes siguen siendo misteriosos. Algunos creen que fue construido por monjes que intentaban proteger los restos de santos de las invasiones bárbaras. Lo cierto es que a partir de 945 se convirtió en el hogar de una floreciente comunidad benedictina que la habitó hasta su disolución en el siglo XVII.

Presenta una mezcla de elementos románicos, carolingios y romanos, como una nave con dos bóvedas (románico); un conjunto de columnas dobles con capiteles (carolingios) y columnas y pilares lisos (romanos). El bellísimo campanario de su fachada occidental, inspirado en el estilo románico lombardo, es típico de los siglos X y XI.

Construido entre los años 1019 y 1040 para ampliar la capilla del Castillo de Cardona, este monasterio se considera uno de los mejores ejemplos del estilo románico temprano. Estaba hecho completamente de piedra cortada y medía 62 pies.

Un elaborado sistema de arcos, que consta de una bóveda de cañón y tres arcos transversales, proporciona soporte para las paredes. Conduce a una cúpula con una abertura redonda llamada oculus, una característica típica de los edificios romanos (como el Panteón).

El exterior del edificio presenta una combinación de formas rectangulares y circulares que le proporcionan una sensación general de equilibrio y conexión a tierra. El monasterio y su castillo circundante fueron declarados Monumento Nacional Español en 1931.

Lo erigió en 888 el conde Wifredo el Velloso como una manera de repoblar esa tierra recién conquistada. Este monasterio no albergó monjes hasta unos 150 años más tarde, en 1025 o 1032, cuando se convirtió en el centro de una importante escuela benedictina. En él se alberga el volumen 13 de Gesta comitum Barcinonensium, una historia de Cataluña escrita por los propios monjes.

Lo que queda de él ahora presenta una mezcla de estilo románico y gótico, ya que la estructura original sufrió graves daños causados por terremotos e incendios en su historia de siglos. Su diseño románico original presentaba una nave rodeada por cuatro pasillos sostenidos por bóvedas de cañón, mientras que la estructura actual tiene solo dos pasillos.

La mayoría de las decoraciones originales aún se pueden ver dentro del claustro. El segundo piso estaba adornado con 13 arcos de medio punto sostenidos por pares de columnas coronadas con capiteles de estilo corintio; una característica típica de la arquitectura románica.

La fecha exacta de construcción del sitio de Sant Climent de Taüll, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, aún se desconoce. Sabemos que la basílica románica fue consagrada el 10 de diciembre de 1123 por Guillem Ramon, obispo de Roda-Barbastro.Era una meta de peregrinación, como otras iglesias de la zona.

Su estructura de basílica clásica, compuesta por tres naves separadas por columnas, se diseñó según el estilo románico. Sin embargo, la característica más emblemática de la iglesia, un campanario alto y delgado con un techo en forma de prisma, fue el producto de influencias bizantinas.

Los interiores cuentan con una rica colección de murales. Como el fresco del ábside central de Cristo Pantocrátor (que significa literalmente "Dios Todopoderoso", un ícono típico de la iconografía bizantina); inscrito en una areola en forma de almendra llamada mandorla.

Como parte del llamado triángulo cisterciense, un grupo de tres monasterios pertenecientes a la orden cisterciense que se escindió de la orden benedictina en 1098, este sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO se considera el edificio mejor conservado de todo el complejo cisterciense.

Se fundó en 1151 en un terreno que había sido conquistado por los moros. Más tarde fue elegido por el rey Jaime I de Aragón como uno de sus panteones elegidos para albergar los restos de los miembros de la Corona de Aragón.

Presentaba un total de tres recintos, uno diseñado según el estilo románico y tres según el diseño gótico. La iglesia principal se estructuró de acuerdo con planta de basílica de tres pasillos típico del estilo románico; con una bóveda puntiaguda en el pasillo central y bóvedas de crucería en los pasillos laterales. En 1452 se añadió una capilla gótica dedicada a San Jorge.

La fuerte atmósfera espiritual de Santa María de Poblet es famosa: el escritor Josep Pla dijo que "el silencio de Poblet es una obra de Dios, y por esta razón, su impacto es eficiente y grandioso".

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