¿De donde viene la simonía? ¿Qué significa? ¿Cuál es su historia?
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La figura de Simón el mago se encuentra relatada en los Hechos de los apóstoles: “Y cierto hombre llamado Simón, hacía tiempo que estaba ejerciendo la magia en la ciudad y asombrando a la gente de Samaria, pretendiendo ser un gran personaje; y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención, diciendo: Este es el que se llama el Gran Poder de Dios. Le prestaban atención porque por mucho tiempo los había asombrado con sus artes mágicas. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Cristo Jesús, se bautizaban, tanto hombres como mujeres. Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían”…
“Cuando Simón vio que el Espíritu se daba por la imposición de las manos de los apóstoles, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí esta autoridad, de manera que todo aquel sobre quien ponga mis manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero. No tienes parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Por tanto, arrepiéntete de esta tu maldad, y ruega al Señor que si es posible se te perdone el intento de tu corazón”
De aquí nace la palabra simonía que da significado a la acción o intención de negociar con cosas espirituales, como los sacramentos o los cargos eclesiásticos.
Ahora según los textos apócrifos el encuentro entre los dos continuo en Roma, donde Simón había llegado a probar suerte con sus artes de magia y adivinación y san Pedro para evangelizar.
Simón Mago quería demostrar cuánto era poderoso en sus artes delante a Nerón y desafió a san Pedro que obraba por la gracia del Espíritu Santo. El mago quería demostrar que él era más poderoso con una demostración de levitación en el Foro Romano delante a todo el pueblo, pero la oración de Pedro frustró su magia y Simón se precipitó desde lo alto cayendo al suelo y muriendo. Las huellas de las rodillas del apóstol quedaron impresas en la laja de piedra donde el apóstol se arrodilló en oración.
El Papa Pablo I en el 760 hizo construir un oratorio dedicado a san Pedro y san Pablo. Más tarde en el 850 en el mismo lugar, papa León IV erigiría la iglesia llamada Santa María Antigua. Esta iglesia sufrió varios derrumbes causados por terremotos y en el siglo XII fue reestructurada y dedicada a santa Francesca Romana.
Actualmente se puede visitar la basílica y recordar el famosos duelo entre el santo y el mago observando las huellas impresas de san Pedro sobre la piedra.
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