Ante el racismo en el fútbol, una muestra itinerante que obliga a la reflexión
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El fútbol sudamericano revivió una lamentable muestra de su irracional fanatismo durante un partido en Bolivia, cuando el brasileño Serginho abandonó el campo de juego en pleno partido tras cansarse de escuchar insultos raciales. Hasta el mismo presidente de Bolivia Evo Morales se solidarizó con el jugador del Jorge Wilstermann y pidió que el fútbol, “deporte que uno los pueblos”, “no se manche con estos actos discriminadores”.
Una inapelable respuesta a actitudes como las ocurridas en el Estadio Ramón Tahuichi Aguilera recorre la Argentina desde hace un año, con la muestra museológica itinerante sobre historias de fútbol durante el nazismo y el holocausto “No fue un juego”.
La muestra, premiada por la Federación Alemana de Fútbol, relata 11 historias de fútbol durante el nazismo con el objetivo, más allá del recuerdo y la docencia histórica, de “informar acerca de los peligros latentes del resurgimiento del racismo y antisemitismo en el deporte, y en el fútbol en particular”.
La muestra nació a principios de 2017, con la investigación de la relación del fútbol y el nazismo del periodista deportivo Leonardo Albajari. A él se le sumaron varios colegas, y su propuesta recibió el apoyo de entidades de gran trayectoria como el Museo del Holocausto y el Club Macabi, y de varias embajadas.
La muestra fue presentada por primera vez en el Museo de River Plate, hace un año. Ese club tuvo en 1935 de entrenador al primer extranjero en desempeñarse en esa función en el fútbol argentino, el húngaro de origen judío Emérico Hirschl. Hirschl había sido convocado primero por Gimnasia y Esgrima de La Plata, ciudad que también visitó la muestra, y fue tejiendo una exitosa trayectoria al frente de distintos planteles, a la vez que fue usando su fama para permitir el ingreso de judíos que huían de Europa al país.
Otras historias evocadas en la muestra incluyen la vida de Matthias Sindelar, el gran futbolista austríaco que celebró ante Hitler sin rendirle tributo durante el partido de anexión de su selección con Alemania; la de Antoni Lyko, polaco que disputó para su selección el Mundial de 1938 y fue asesinado en Auschwitz después de jugar su último partido contra guardias alemanes, entre otras.
La muestra recibió el premio honorífico Julius Hirsch de parte de la Federación Alemana de Fútbol, otorgado por primera vez a un proyecto concebido fuera de su país. Con su nombre, el premio Julius Hirsch rinde tributo al primer jugador judío en vestir la camiseta de la selección alemana, perseguido por el nazismo incluso pese a haber servido a su país en la Primera Guerra Mundial, asesinado en Auschwitz.
Del 6 de abril al 3 de mayo la muestra, libre y gratuita, se expondrá en la ciudad Córdoba, en Aleph Espacio Cultural (Alvear 254).
Desde la cuenta oficial de la muestra en Twitter, en la que se pueden conocer los lugares de exposición, lamentaron el episodio de Serginho en Bolivia, y escribieron: “Lamentable. Sucede y seguirá sucediendo. La historia nos demuestra que muchas cosas no han cambiado. Nuestra responsabilidad seguirá siendo la educación por sobre todo”.
EMBEBER https://twitter.com/NoFueUnJuego/status/1108042100883492865