Lo primero que debes hacer: revisa tu dieta
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Recién casados, mi marido sufrió de un trastorno hemorrágico que lo dejó gravemente anémico. Cada día su complexión se volvía más pálida, pero él seguía quitándole importancia a mis preocupaciones. “Estamos en diciembre –me decía– ¡claro que mi piel se está poniendo blanca!”.
No fue hasta que fuimos a visitar a sus padres cuando aprendí la mejor forma de detectar la carencia de hierro. Su madre echó un único vistazo a su rostro al llegar, cruzó la habitación en dos segundos para examinar el color de la piel bajo sus uñas y dentro de sus párpados.
“Al hospital, ahora mismo”, ordenó. Como buen hijo que es, obedeció y, una vez allí, recibió varias transfusiones de sangre e infusiones de hierro; poco después, su piel había recuperado su color normal. Como ya había aprendido el secreto de la detección de la anemia por deficiencia de hierro, nunca volvió a ser capaz de restar importancia a mi preocupación cuando la piel de debajo de sus uñas pierde su tonalidad rosada.
Pero resulta que no es el único secreto para detectar la carencia de nutrientes. El sitio web Livestrong ofrece una galería de imágenes que muestra muchos síntomas (como membranas mucosas pálidas) que, por desgracia, pueden pasar desapercibidos fácilmente hasta que los problemas se vuelven graves, a veces incluso hasta llegar a un daño sistémico.
¿Necesitas aplicarte ocasionalmente bálsamo labial? No es problema. Sin embargo, unos labios gravemente agrietados e irritados pueden indicar que tienes una falta de riboflavina [vitamina B2]. “Una deficiencia de riboflavina puede causar agrietamiento en las comisuras de la boca y sequedad en torno a los labios”, explica McMordie, nutricionista. “Normalmente viene acompañado de una lengua hinchada de color rojo oscuro y una boca hinchada”.
La deficiencia de riboflavina puede volverse más grave si no se trata. A veces puede causar daños en los nervios que pueden conducir a un hormigueo en los dedos de manos o pies. Si presentas estos síntomas, acude a un médico lo antes posible para tratar la deficiencia en las fases iniciales. Mientras tanto, incluye más riboflavina en tu dieta consumiendo almendras, salmón, brócoli, queso chédar y huevo.
Para mí, este es un buen recordatorio para que incluya brócoli y huevo en la dieta de mis hijos, en especial quienes tienen un bálsamo labial personalizado que protegen como un talismán. Probablemente no es más que por el frío y el viento, pero un poco más de brócoli no les va a hacer daño.
Entre otros síntomas de carencia de nutrientes se incluyen heridas que no terminan de sanar debido a falta de proteína y vitamina C, uñas quebradizas por falta de biotina, y canas prematuras por falta de cobre y vitamina D. Por fortuna, todas estas deficiencias pueden corregirse comiendo huevos, avellanas, pescado, mantequilla de cacahuete, fresas, pimiento rojo, almendras y bebiendo leche.
De hecho, la mejor manera de prevenir la mayoría de problemas de salud —desde carencias nutricionales a trastornos cardiacos— es centrarse en ampliar la dieta, en vez de restringirla. Limitar las calorías no es una buena forma de alcanzar una salud óptima, a no ser que también tengas en cuenta de dónde vienen las calorías que ingieres.
Asegúrate de que tu dieta incluye gran variedad frutas y verduras ricas en nutrientes y carne animal fresca, en vez de limitarte a alimentos procesados y nutritivamente pobres. Así conseguirás tener un aspecto fantástico y sentirte estupendamente, además de que te ahorrarás los horrores del dolor de unas uñas rotas o de las canas sorpresa antes de los 30.