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Imagina estar rodeado de un grupo de amigos que no están bajo la presión de criar hijos y hacer malabarismos en el trabajo. Esos amigos sólo tienen una cosa que hacer: envejecer con alegría, rodeados de personas con las que tienen mucho en común.
Si esto te suena como algo positivo, estás de suerte. Una nueva tendencia, el co-housing senior, está cambiando la manera como pensamos vivir nuestros últimos años.
En el co-housing senior, los ancianos viven juntos – compartiendo espacios comunes para el ocio, comer, mantenerse en forma, praticar jardinería, etc. – pero mantienen sus propias habitaciones para la privacidad y el descanso. El modelo puede asumir muchas formas, como mezclar amigos y familiares – incluidos hermanos u otros parientes que están en sus años dorados.
Algunas comunidades co-housing podrían incluso componerse de viejos amigos de la Universidad que se vuelven a reunir muchas décadas después, o ancianos que comparten aficiones o inquietudes religiosas.
Como Karen Salmonsohn explica en su sitio web, convivir con amigos puede aumentar la expectativa de vida, pues da a las personas una razón para levantarse por la mañana. Esto lo confirma un estudio de la Red Canadiense de Co-Housing, que considera que los ancianos que viven en co-habitación pueden vivir 10 años más que sus padres que viven en residencias.
Salmonsohn también acuña una palabra perfecta que encaja en esa nueva generación de ancianos que aún son muy activos y no necesitan asistencia médica: los “Wellderly”. Son ciudadanos ancianos que tienen experiencia de vida y una alegría de vivir en la mayor parte de sus años años dorados.
El aumento de la esperanza de vida es, además, una ventaja del sistema co-housing. Las personas que optan por él ahorran dinero a través de la vida comunitaria, y también pueden opinar más sobre dónde vivir y cómo usar el espacio.
Más importante aún, siempre tendrán alguien con quien conversar. Con el co-housing, el problema de los ancianos abandonados la mayor parte del día, desaparece: siempre habrá personas para cuidar y estar con ellas.
Con esas ventajas, no sorprende que el co-housing senior esté en crecimiento.
