Un tejido artesanal que se ha convertido en Patrimonio Inmaterial de Ecuador y también en atractivo turístico
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“Solo para tejer una pieza nos toma un día. Y el proceso de la urdida y amarrada del diseño nos lleva de tres a cuatro días”.
Estas palabras pertenecen a Carmen Orellana, una artesana ecuatoriana que en 2015 fue protagonista por haber elaborado con sus manos la casulla que utilizó el papa Francisco durante la misa multitudinaria que ofició en Quito, la capital de Ecuador, recuerda la agencia EFE.
Pero la vida de Carmen continúa y desde hace años se desempeña en la confección del paño gualaceño o macana, un tejido artesanal –tradición centenaria- vinculada a la provincia de Azuay y que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Ecuador el mismo año en que el Papa besaba esa tierra sudamericana.
Efectivamente, por tratarse de una tradición de antaño ha sido trasladada de generación en generación y Carmen es una de sus más leales representantes, de alguna manera una “custodia de la técnica”.
En los talleres donde de elabora la macana se tejen, por ejemplo, “chalinas y zapatos, telas coloridas con figuras geométricas y que forman parte de la identidad de la chola cuencana”, indica la Revista Cuenca Ilustre.
“Con tierra, hilos sintéticos, cáscaras de frutas, plantas y los redondeados y pequeños insectos de tierra llamados cochinilla se impregna en el bordado un color que difícilmente desaparecerá con los años”, prosigue.
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Es por todo esto que la “macanería”, como se denomina esta forma de tejer, de alguna manera es un arte familiar y casero, orgullo de Azuay y Ecuador.
“Lo que hoy en día estamos haciendo es revalorizar la identidad de un elemento propio de nuestra idiosincrasia, que además tiene un simbolismo muy alto y puede ser adaptado a lo contemporáneo y a la moda”, destaca a EFE Fausto Ordóñez, director ejecutivo del Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (CIDAP).
“Ruta Artesanal de las Macanas”
Pero el hecho de haber sido declarada Patrimonio Inmaterial Cultural de Ecuador de alguna manera le ha dado impulso y fama, algo que además de distinguir a famosas cholas cuencanas también se ha transformado en un interesante atractivo turístico.
Es por eso que desde hace un tiempo –señala El Comercio– los poblados de Bullcay, San Pedro de Los Olivos y Bulzhún, en Azuay, han integrado lo que se ha denominado la “Ruta Artesanal de las Macanas”, gran oportunidad para que los visitantes conozcan de primera mano la técnica, el tejido artesanal y especialmente a quienes están detrás de estas grandes bellezas.
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Son varios los artesanos los que han tenido la oportunidad de deslumbrar, entre ellos la propia Carmen. De esta manera, gracias a la perseverancia de estas personas, el futuro de la macana está asegurado en Ecuador. Los extranjeros de parabienes, pues quienes hasta ahí llegan tienen la posibilidad de adquirir una prenda única y llena de tradición.
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Con información en base a EFE, Revista Cuenca Ilustre y El Comercio
