Dos grandes curiosidades de la basílica romana de los Santos Apóstoles
Los apóstoles Felipe y Santiago el menor son recordados el mismo día porque sus reliquias se colocaron juntas en la basílica de los Santos Apóstoles XII en Roma.
La tradición cuenta que Santiago fue asesinado en el año 62, por un disturbio instigado contra él por el sumo sacerdote del Sanedrín, Hanan, durante el cual fue arrojado desde lo alto del templo para luego apalearlo hasta morir.
De Felipe, en cambio, se cuenta que atravesó el Asia Menor hasta Escitia (la actual Ucrania) y luego en Frigia (en la actual Turquía asiática) habría sido martirizado en una cruz en forma de X con la cabeza hacia abajo.
Después de que los apóstoles fueran martirizados, sus restos fueron transportados a Roma y enterrados en la basílica de los Doce Apóstoles.
Una basílica con mucha historia
En un principio era la iglesia de los Santos Felipe y Santiago, hecha construir por el papa Pelagio en el siglo VI.
Estaba destinada a conmemorar la victoria de Narses sobre los godos de Totila, quienes habían sitiado y ocupado Roma en 547. Pelagio dedicó la nueva iglesia a los santos Felipe y Santiago.
En el siglo XV la iglesia fue destruida por un terremoto y papa Martín V, la hizo reconstruir, esta vez dedicándola a los santos apóstoles.
Mensaje escondido
La basílica tiene una importante fachada con las estatuas de Cristo y los doce apóstoles y a los pies de cada estatua se encuentra una letra.
En su conjunto sería “F.L.D.L.C.S.O.T.C.E.C.V.B.”: es un elogio escondido para el cardenal Lorenzo Brancati, bibliotecario de la Vaticana, quien subsidió el trabajo para las esculturas y tiene el siguiente significado: “Frater Laurentius De Laureolo Consultor Sancti Officii Theologus Cardinalis Episcopus”.
Curiosidades
La basílica esconde dos curiosidades.
Una es la tumba de Miguel Ángel, una tumba vacía, ya que depositaron el cuerpo del gran artista allí por 14 días, hasta que fue trasladado a la basílica de la Santa Cruz en Florencia.
Una segunda curiosidad, o mejor dicho, un pequeño misterio es el que se encuentra en la pintura de Santiago cerca de la fuente bautismal.
En sus manos tiene un papiro con la escrita: “Iacobus, Dei et Domini nostri Jusu Christi”, “Santiago… de Dios y de nuestro Señor Jesucristo”.
Después de Santiago una palabra fue quitada, esta palabra es muy probable que fuese “frater”(hermano), quizás para evitar malentendidos, ya que Jesús era unigénito.
Quien hizo el fresco seguramente se guió de la cita del evangelio de Marcos 6,3.
En el siglo XV, era muy popular la “Fiesta de los Apóstoles”, que se solía festejar los 1 de mayo.
Y el palacio contiguo
Al lado de la iglesia se encuentra el palacio de la noble familia Colonna, de la cual proviene el papa Martin V.
Durante los festejos, desde las ventanas del palacio se acostumbraba arrojar monedas, alimentos y aves sobre la multitud, que luchaban desesperadamente para agarrarlos.
Además desde el techo venía lanzado atado en una cuerda un lechón, al cual los plebeyos hacían de todo por agarrar, mientras desde arriba le lanzaban chorros de agua congelada para dificultar aún más la empresa y para más diversión de los nobles.
Se podría decir el precedente antiguo de la piñata, pero bastante grotesco.
Fuente: comunitasantiapostoli.it, romasegreta.it