El régimen de Nicolás Maduro ordenó “alerta máxima” en la región fronteriza. Lo hizo como respuesta a una denuncia directa de las Fuerzas Militares de Colombia sobre la presencia de más de mil guerrilleros en tierras venezolanas. En medio, los miles que huyen a diario claman a Dios sobrevivir en “tiempos de guerra”Más de un millar de guerrilleros del Ejército de Liberación de Colombia (ELN) se refugian en Venezuela, donde permanecen sus estructuras y cabecillas. Lo afirma el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Luis Fernando Navarro, a tono con la denuncia del Grupo de Lima, según el cual los ilegales gozan de la “protección” del gobierno de Nicolás Maduro.
La reacción no se ha hecho esperar. En cadena de radio y televisión desestimó las denuncias y acusó al gobierno de Iván Duque de generar “falsos positivos” y advirtió de una posible “escalada militar” desde las fronteras con Colombia.
Las “declaraciones pudieran terminar en una escalada militar en la frontera de estas fuerzas criminales de Colombia contra Venezuela (…) y todo es parte del plan del imperialismo norteamericano”, dijo.
Calificado de usurpador por la Asamblea Nacional, el régimen decretó este miércoles “máxima alerta” a las tropas venezolanas ubicadas en la región fronteriza con Colombia, luego de que la cancillería cafetera denunciara la violación de su territorio por parte de militares criollos.
Más de 2 mil kilómetros de frontera
Las naciones comparten 2.219 kilómetros de frontera terrestre y no tienen relaciones diplomáticas desde el pasado 23 de febrero, cuando Maduro anunció la ruptura tras el intento de ingresar ayuda humanitaria liderada por el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, reconocido como presidente “interino” por más de medio centenar de países, con EEUU y la UE a la cabeza.
A partir de la gestión del expresidente Álvaro Uribe, la tierra del café ha denunciado que Venezuela acoge al ELN y en su momento a las desarmadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La afirmación coincide con las investigaciones de Insight Chrime y Fundaredes difundidas por Aleteia, según las cuales el insumo del crimen organizado son los niños y jóvenes que huyen de la crisis humanitaria venezolana.
Al igual que el aumento de las denuncias, se multiplican también las reacciones internacionales. En las últimas horas el Grupo de Lima emitió un comunicado con enérgico reclamo contra “la protección” de la administración Maduro “a grupos terroristas que operan en el territorio de Colombia”.
El gobierno de Duque expresó a la comunidad internacional “preocupación” por la violación de su territorio por parte de militares venezolanos en Cúcuta, lo que calificó como “hechos provocadores que afectan a las comunidades de la zona de frontera”.
En el sitio operan uniformados del Grupo de Caballería Mecanizado N°5 General Hermógenes Maza, de la Trigésima Brigada del Ejército Nacional, cuyas comisiones fueron desplegadas en los diferentes puntos de la vereda bajo el argumento de realizar inspecciones.
Provocaciones contra Colombia
“Las Fuerzas Militares de Colombia están prestas a la defensa de la integridad territorial, manteniendo siempre la debida prudencia frente a estas claras y reiteradas incitaciones, que solo pretenden generar respuesta para hacer ver a Colombia como país agresor”, añadió el comunicado de la cancillería.
A inicios de la semana, una incursión de militares venezolanos se registró en la vereda La Chinita del corregimiento de San Faustino, con una tropa de al menos “40 uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)” que ingresaron “de manera ilegal a territorio colombiano, conocido como El Hueco, zona rural de *Cúcuta*”.
No obstante, según Maduro, todo forma parte de un “plan miserable de Iván Duque, quien arrastrado al Gobierno de Donald Trump pone al servicio a Colombia para una agresión contra su hermana Venezuela”. Insistió en que “están montando varios falsos positivos” y desmintió a Colombia asegurando que “de manera indigna” acusa que “en Venezuela hay más de mil guerrilleros colombianos”.
Más de 3.000 niños afectados
En este marco, crecen los temores entre los miles que a diario cruzan la frontera, muchos de ellos por salud o incluso para almorzar. Entre los afectados figuran los más de 3.000 niños que acuden a la escuela en Colombia al cruzar uno de los cuatro puntos que separan a los dos países. Hay otro grupo significativo que es el afectado por enfermedades o quienes acuden al vecino país para realizarse tratamientos médicos.
Del lado colombiano, un ejército de voluntades de la Iglesia católica trabaja sin descanso para atender a los miles que requieren ayuda. La Diócesis de Cúcuta mantiene la Casa de Paso, que da de comer gratuitamente a más de seis mil personas, y mantiene operativa una decena de comedores solidarios.
En las trochas, por su parte, se han intensificado los tiroteos debido a choques entre bandas, en un intento por ganar el monopolio del contrabando en la frontera. Y es que los pasos ilegales son utilizados para trasladar todo tipo de insumos, no sólo de alimentos, repuestos y gasolina.
Hoy circulan con más angustia las familias que huyen de la crisis. Rezan a Dios para que el lucrativo negocio de la frontera y los ruidos de guerra provocados por una administración que se niega a dejar el poder, no les arrebaten el suspiro de vida que les queda.
Nota de redacción: Por estas horas Venezuela volvió a captar la atención internacional luego de que se anunciara la detención del primer vicepresidente del Parlamento, Édgar Zambrano, a manos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). De forma inmediata la noticia generó amplio repudio y hasta fue calificado de secuestro por el presidente encargado Juan Guaidó. “El régimen secuestró al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento)”, expresó en Twitter.