Cuanto más practicamos las “microafirmaciones”, más automáticos y fructíferos se vuelven esos pequeños gestosCuando yo era niña, cuando no veía a mi padre dentro de casa, bastaba con buscarlo en su taller, y le encontraba allí rodeado de serrín, siempre haciendo algo interesante – bastones de béisbol, piezas de ajedrez.
Y siempre estaba escuchando un programa deportivo en la radio. Pero cuando él miraba por encima de la lijadora o de la sierra de mesa y me veía en la puerta, él siempre, casi automáticamente, se acercaba y apagaba la radio. Incluso si yo no tenía nada que decir, y aunque no estuviera planeando quedarse allí.
Cuando tuve más o menos diez años, entendí que ese era un gesto de amor. Estaba dejándome espacio. Estaba ofreciéndome toda su atención, aunque yo no estuviese buscándola.
El término “microagresión” se usa para significar todos tipo de cosas, pero en su uso más general, coloquial, se refiere a una ligera sutileza que haces, quizás no de manera intencional, pero que envía un claro mensaje de menosprecio. Las microagresiones pueden realmente doler.
Mi padre estaba haciendo lo contrario. Apagar la radio cuando yo entraba era una “microafirmación“. Puede haber sido algo pequeño, pero transmitía algo enorme: eres importante para mí. Ahora que soy consciente de eso, estoy viendo microafirmaciones por todas partes. Estas son algunas de las más sencillas que podemos construir en nuestras vidas cotidianas, y que son más poderosas de lo que parecen al principio.
Llama a las personas por su nombre
Escuchar tu propio nombre destaca en tu cerebro como algo diferente de cualquier otra palabra. Cuando trabajaba como cajera en un banco, se nos entrenó para usar el nombre del cliente por lo menos tres veces en una interacción – al principio me parecía imposible, pero cuanto más lo hacía, más me daba cuenta de que suponía una gran diferencia para las personas. Ellas parecían apreciarlo siempre. Es una manera de volver cualquier interacción más personal.
Pregunta
¿Has contado a un amigo todo sobre algo muy importante para ti, y sólo has recibido un asentimiento con la cabeza? Es un poco desanimador. Hacer algunas preguntas en respuesta a algo que alguien te está contando es una manera de demostrar que realmente estás escuchando.
Refleja la emoción de la otra persona
No necesitas fingir ser algo que no eres, pero responder al entusiasmo con alegría y a la tristeza con la empatía hace más de lo que las palabras pueden hacer para mostrar a alguien que realmente le ves.
Responde a las “propuestas”
John Gottman, investigador de relaciones, dice que los matrimonios más fuertes se construyen cuando los cónyuges responden a las “indirectas de conexión” de la pareja. Es tan sencillo como percibir que tu cónyuge está buscando una interacción contigo y usar el momento para mostrarle a él o ella, aunque de forma breve, que te importa. Y eso es tan poderoso entre amigos como entre marido y mujer.
La “microafirmación” es honradamente una manera fácil y directa de se volverse más solidario, más amoroso y respetuoso con las personas en nuestro mundo.