A 150 kilómetros de Barcelona y otros 130 del Pirineo, Lleida ofrece calma, arte, arquitectura, naturaleza y gastronomía de primer nivel.
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Lleida es una ciudad catalana presidida por la Seu Vella, la antigua catedral gótica que hoy puja por ser proclamada Patrimonio de la Humanidad. Está bañada por las aguas del río Segre, que nace en el Pirineo, y su historia se remonta a los íberos.
La visita a la ciudad varía enormemente según la época del año puesto que hay clima continental, lo cual implica frío de varios grados bajo cero en invierno (sin olvidar la niebla) y más de 30 grados en verano. Esto influye en el carácter de la gente, recia y trabajadora. Cada estación del año se vive con intensidad y su carácter agrícola y ganadero impregna la vida urbana, que compagina la labor dura con el gusto por las fiestas.
El visitante encontrará en Lleida acogida, buena gastronomía y una arquitectura que es testimonio silencioso pero elocuente del paso de los siglos: la iglesia románica de Sant Llorenç, la catedral gótica de la Seu Vella con su claustro, los jardines de los Campos Elíseos (un parque de estilo francés creado en 1864)…
A continuación, en la galería de imágenes quedan recogidos los puntos imprescindibles de la visita:
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