La no entrevista a Benedicto XVI publicada por el periódico italiano Il Corriere della Sera
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Un intento velado de contraposición, este es el fondo narrativo de la no entrevista al Papa emérito, o mejor encuentro acompañado con fotos, publicado este viernes 28 de junio de 2019 en la revista 7 Corriere della Sera, inserto del primer periódico en ventas en Italia.
Benedicto XVI y Francisco son representados en la antípoda de una Iglesia dividida y rodeada de cardenales tejedores de intrigas que trabajaban en una ley para regular el papel del papa emérito y aislar a Ratzinger.
“La Iglesia ha estado siempre amenazada de cismas, pero históricamente su unidad se ha demostrado ser más fuerte”. La frase se lee en la portada, pero sin especificar si la dijo el Papa emérito.
“Por paradoja, más el Papa emérito deviene casi invisible (su ultima salida pública fue hace tres años, 28 de junio 2016), debilitado en el físico, más cada palabra suya ha encontrado un eco potente e inesperado. Probablemente porque ha demostrado lucidez sorprendente; y porque ha interceptado y revelado las inquietudes de una Iglesia dividida y desorientada”, escribe Massimo Franco que cuenta su aventura en los jardines vaticanos.
En esta composición muy personal del mencionado periodista, Benedicto XVI es cercano al cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo mandato no fue renovado por el papa Francisco y distante de las posiciones del cardenal Reinhard Marx, jefe de los obispos en Alemania, entre otros clichés, usados como matices de un cuadro político con marco editorial de lo que piensa una facción eclesial contra la otra.
“Cuando en abril se publicaron los “apuntes” del Papa emérito sobre la pedofilia, apenas dos meses después la reunión de los episcopados mundiales sobre el mismo tema, se filtró un nerviosismo inesperado. Algunos cardenales y algunos colaboradores de Francisco han buscado desacreditar anónimamente la tesis de que se trata de un texto escrito por otros, porque Ratzinger estaría demasiado débil para hacerlo personalmente”. El autor concluye que se trata de un ataque rastrero de los simpatizantes del “Papa de la acción” (en referencia al Papa Francisco)” contra el llamado “Papa de la oración”.
Una vez más, Il Corriere della Sera se ha convertido en la cabecera de la información que proviene del Monasterio Mater Ecclesiae, incluso saltando fuentes oficiales como la fundación Ratzinger o la Oficina de Prensa de la Santa Sede y se pone como fuente de desorientación para los fieles más pequeños, cuando se venden páginas de una pugna política al interno del Vaticano, como si se tratara de un partido a la italiana.
“Así, con sus ‘apuntes’ ha reafirmado (Benedicto XVI) una gravitas teológica que ha compensado el enfoque doctrinal más empírico, muy latinoamericano, de algunos colaboradores del Papa argentino”, escribió Massimo Franco.
Este mismo periódico publicó “en exclusiva” la reflexión de 18 páginas (apuntes), escrita por el Papa Emérito en alemán para el periódico “Klerusblatt, sobre los abusos en cuyas páginas recordaba que en los años ochenta condenas a pedofilos en la iglesia “eran casi imposibles” y deducía que la laxitud sexual del 68’ fue terreno fértil para comportamientos sexuales indebidos en el clero.
Ahora, refrescando ese escrito del Papa Emérito, se vuelve a proponer la contraposición como arma ideológica de quien piensa en la iglesia como una ONG. Así se camufló la no entrevista publicada con esporádicas frases de Benedicto XVI que defiende la unidad de la Iglesia, pues “sólo hay un Papa en el Vaticano”, como aseguró ya en septiembre 2018, en una carta al cardenal cardenal alemán Walter Brandmüller. Esto es significativo, pues el Papa Emérito no hace nuevas declaraciones a Massimo Franco.
El texto equipara la discusión eclesial al nivel de la política partidista italiana. Se trata de una operación que intenta dar aire a las teorías del complot entre cardenales, quien en contra o a favor de la doctrina de papa Ratzinger y reforzar la narración de que dentro del Vaticano hay otro líder espiritual alternativo a papa Francisco para llegar a corazones nostálgicos ávidos de tradición y de dogma.
En este sentido, sostiene que existe el peligro de romper el “equilibrio” de la convivencia “milagrosa” de dos papas debido a que exponentes de alto nivel del Vaticano se plantearon en un intento fallido de realizar un “motu propio” papal para “enjaular Ratzinger” en el papel de “mudo eremita”.
Al respecto, ayer, el tema también fue objeto de crónica. ”La figura del Papa emérito no es parte de la curia romana, y por lo tanto no puede ser regulada por una constitución apostólica concerniente a la Curia Romana”. Lo dijo mons. Marcello Semeraro, secretario del Consejo de Cardenales, quien respondió así, durante la sesión informativa de este jueves en la oficina de prensa del Vaticano. Es decir, no cambia nada, y se mantiene, la ley canónica vigente que acepta la posibilidad de renunciar al pontificado y normaliza la figura del obispo emérito.
El encuentro entre Benedicto XVI y el periodista Massimo Franco no pasa de la crónica de lo anecdótico y de la visita de uno de los ángulos más protegidos del Vaticano. El texto vale como mera curiosidad de las jornadas transcurridas por el papa emérito Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesia con algunos detalles ya conocidos: Vive con cuatro laicas consagradas, le gusta tocar el piano después de las comidas, reza el rosario, etc.