Para ser bella no hay que dañar el planeta
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
El uso de las mascarillas de papel (o sheet masks, como se le conocen en inglés) se ha popularizado enormemente en los últimos años con el boom del cuidado de la piel estilo coreano.
Y sí, tienen múltiples beneficios para la piel, además de que para muchas son muy divertidas de usar porque te da una cierta experiencia de spa en casa; sin embargo, poco se dice que se están convirtiendo en un serio problema ambiental.
Aunque muchas de estas mascarillas, con suerte, son hechas con algodón o hasta bambú, igual están llenas de químicos que, aunque muchos son buenos para la piel, no son biodegradables. Esto sin mencionar el empaque plástico en el que cada una viene.
Además, hay que recalcar que son de un solo uso, así que imagínense miles de mujeres en todo el mundo botando el plástico del empaque más la mascarilla como tal a cada rato. Y es que, aunque, por fortuna, la mayoría no cumpla la rutina coreana de los 10 pasos donde se deben usar a diario, igual hay una acumulación de desperdicio enorme desde que se pusieron de moda.
Algunas marcas ya han dejado de producirlas; otras han optado por sacar máscaras que sean re-usables o colocar varias unidades en un solo empaque; y otras ofrecen opciones más costosas, pero biodegradables.
Una opción más eco
Sin embargo, recuerden que hay muchísimas opciones de mascarillas caseras (procuren que sean con alimentos orgánicos, no procesados) que también les pueden brindar múltiples beneficios y sin perjudicar tanto al medio ambiente. Es cierto, no son lo mismo, pero se trata de hacer un balance y quizá usar las mascarillas de papel sólo una vez al mes o dejarlas exclusivamente para ciertos momentos específicos y necesarios.
Tomen en consideración también que como estas mascarillas son tendencia, hay muchas fábricas haciéndolas como churros y no necesariamente les colocan ingredientes eficaces o que sean buenos para la piel. Doble daño.
Una piel sana y radiante va mucho más allá de una mascarilla. Una buena alimentación, dormir lo necesario, disminuir el estrés, tomar mucha agua, desmaquillarse cada noche, usar protector solar y evitar ciertos vicios como el alcohol y el cigarrillo son más importantes y a veces a todo ello le ponemos menos atención y cuidado.
Te puede interesar:
¿De dónde viene la máscara de pestañas?
