Uno de cada 8 adultos es obeso y hay 40 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso.
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El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, dijo que la obesidad es una “epidemia” en rápida expansión y una de las estrategias propuestas es adelantar el Año Internacional de las frutas y verduras para el 2021.
En busca de una solución al creciente aumento de la obesidad a nivel mundial, el cual actualmente se confirma a través del último informe publicado sobre seguridad alimentaria y nutrición realizado por la FAO, distintos organismos internacionales solicitaron a la FAO adelantar el Año Internacional de la frutas y verduras para así sensibilizar a los gobiernos y a la población sobre la magnitud del problema.
En el informe se muestra que el sobrepeso y la obesidad siguen aumentando en todas las regiones, en especial entre los niños en edad escolar y los adultos. Se destaca que hay 40 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso (peso elevado para la estatura), 338 millones de niños y adolescentes en edad escolar con sobrepeso y 672 millones o sea 1 de cada 8 adultos es obeso. Informe completo aquí.
Consumo de productos más baratos pero de peor calidad
El problema no se debe a que tengamos demasiada comida, sino a que los alimentos disponibles no son los adecuados.
Por lo cual, muchas personas no pueden acceder a alimentos de calidad y el sistema alimentario les pone más accesibles productos baratos, pero de alto contenido en grasas, sal y azúcares (productos ultraprocesados).
Los niños no se alimentan bien ni en casa ni en la escuela
Por ende, lleva a las personas a cambiar sus hábitos alimentarios. Se ha visto en la actualidad que la mayoría de niños en edad escolar no comen suficientes frutas y verduras, pero sí consumen comida rápida y bebidas gaseosas con regularidad, según lo descrito por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esos productos industriales suelen ser ultraprocesados, según la clasificación NOVA.
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Por otro lado, se observa que cuanto más aumenta la proporción de ultraprocesados, más sube la incidencia de obesidad, diabetes, cáncer y otras causas de mortalidad, esto se mostró en un reciente estudio realizado en España. Ver aquí.
Entonces sí será sumamente importante sensibilizar y tomar conciencia de que necesitamos un cambio, y como dice el Doctor e investigador Miguel Ángel Martínez González, “el sobrepeso de hoy puede ser indicador de la obesidad de mañana, de la diabetes o de un posible infarto”.
La estrategia para comenzar a combatir la obesidad
Fijar el año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y la Verduras, en vez de 2026.
Cinco piezas al día
Esta solicitud fue realizada por investigadores del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile a través de la iniciativa “5 al día”, junto al Ministerio de Agricultura.
Con esta propuesta se pretende enfrentar por un lado los altos índices de obesidad que están aumentando especialmente en los países en desarrollo y en los más pobres, y por el otro las enfermedades asociadas.
Todo esto se asocia a una mala alimentación, por lo que el objetivo planteado es poder revertir el panorama global de la baja ingesta de frutas y verduras en la población, el cual actualmente se encuentra entre un 20 a 50 por ciento por debajo de la porción recomendada por la FAO y la OMS.
Está comprobado que consumir 400 gramos de frutas y verduras ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer y la diabetes, y su bajo consumo es uno de los 10 principales factores de riesgo de mortalidad en el mundo.
Con esta celebración adelantada se puede comunicar, incentivar y masificar los beneficios que conlleva consumir 2 porciones de frutas y 3 de verduras, todos los días, para alcanzar un estilo de vida saludable a la mayor cantidad de población posible.
Es el momento para empezar a invertir en más campañas publicitarias, bajar los precios y disminuir los impuestos a los alimentos más saludables como las frutas y verduras que por cierto no son los únicos (legumbres, cereales integrales…) y agregárselos a los alimentos no saludables, aumentar la producción sostenible y buscar soluciones para evitar las grandes pérdidas de alimentos que tenemos.
Es claro, cuando se consume más fruta y verdura se desplaza y se consumen menos productos ultraprocesados, y ayudaría a disminuir la obesidad.
Es un desafío no sólo para los países de bajos y medianos ingresos sino también para los de ingresos altos, de esforzarse por generar diferentes políticas públicas que promuevan una profunda transformación de los sistemas alimentarios.
Junto a la educación alimentaria nutricional en las escuelas, es la manera de proporcionar dietas saludables producidas de manera sostenible a una población mundial en crecimiento.
