Con sólo vivir una de ellas ya serías santo, aseguraba la fundadora de los Focolares Chiara Lubich
El amor es una necesidad de todas las personas, sin excepción. El cantante Freddie Mercury lo expresaba en una famosa canción: “¿puede alguien encontrarme alguien a quien amar?”.
Pero no todas las personas y las culturas entienden lo mismo por amor. ¿En qué se distingue la concepción cristiana del amor? ¿Qué quería decir Jesús cuando invitó a amar “como yo los he amado”?
El amor cristiano tiene 4 bases, según la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich. Así se explicó el pasado fin de semana en un encuentro del Movimiento de los Focolares llamado Mariápolis celebrado en el estado de Nueva York.
Esta influyente mujer católica, que celebrará el centenario de su nacimiento el próximo año 2020, aseguraba que con lograr vivir sólo una de ellas ya bastaría para ser santo:
1. Ser siempre el primero en amar
Se trata de estar siempre en acción, en movimiento. Porque el Espíritu Santo -el amor que fluye entre Dios Padre y Dios Hijo- vive una vida de amor dinámico y necesitamos imitar la vida de la Trinidad.
2. Amar a cualquiera, ¡a todos!
Hay muchas oportunidades de amar. ¡Conoces a tanta gente durante el día! Y tienes que amar a todos, ver a Jesús en cada una de las personas que te encuentras. Esto lo simplifica todo.
3. Amar a los demás como a nosotros mismos
Es decir, al relacionarte con una persona, amarla tanto como te amas a ti mismo. Por ejemplo, a la hora de la cena con tu compañero de piso ves que sólo queda un yogur en la nevera y sabes que él lo quiere tanto como tú. ¿Lo repartimos?
4. Amar a los enemigos
Amar no siempre es fácil. Hay muchos desafíos, en el trabajo, en la familia, con los amigos,… Puede ser que alguien te ataque, te hiera o simplemente te trate con indiferencia. También a esa persona Jesús te invita a amar. Quizás esta es la parte más chocante del amor cristiano…