Tan solo 10 minutos al día de atención positiva y personalizada puede cambiar la actitud de tu hijo y cambiar tu relación con él
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La vida actual es rápida, ajetreada y llena de actividades, no solo para los padres sino también para los hijos. Entre la escuela, el trabajo, los deportes y los quehaceres del hogar parece que los días pasaran sin tregua dejándonos agotados en el camino. Este estilo de vida está desgastando la relación entre padres e hijos pues está disminuyendo el tiempo de calidad que pueden pasar juntos. Adicionalmente los teléfonos móviles y los aparatos electrónicos están creando una generación de niños que se relacionan poco con sus padres.
La autora Amy McReady, fundadora de Positive Parenting Solutions, Inc. ha desarrollado una técnica que ataca esta problemática: el tiempo de cuerpo, mente y alma. Esta herramienta consiste en apartar 10 minutos en el día para compartir con cada hijo. Durante esos 10 minutos deberán ser ignoradas otras distracciones y se debe procurar estar presente en cuerpo, alma y mente para compartir con el niño sus aficiones o actividades.
Más unidos
Esta herramienta fortalece el sentido de pertenencia del hijo además de fortalecer la conexión emocional entre los dos. Además llena la necesidad de atención de nuestros hijos y aminora la culpabilidad de los padres y evita que ésta sea subsanada con cosas que finalmente no benefician al hijo.
Existen algunas recomendaciones para implementar esta técnica en casa:
Pónganle un nombre a este tiempo
Puede ser “tiempo-juntos”, o cualquier otro nombre que se les ocurra. Esto ayudará a darle importancia, y a que esté siempre en los pendientes del día.
Evita todas las distracciones
Teléfonos, computador, televisión. Es imperativo que los 10 minutos se cumplan a cabalidad sin estar pendientes de otra cosa. Recuerda que necesitas estar presente en cuerpo, alma y mente.
Sé creativo
Este tiempo puede ocurrir en cualquier lugar y con cualquier actividad. Recuerda tener en mente algo que a tu hijo le guste hacer o algo que disfruten ambos. Planifiquen con antelación cuál será la actividad que harán ese día o semana para generar anticipación en tu hijo.
Cumple con el tiempo
Es importante que realicen una actividad que se pueda cumplir en 10 minutos. Si alguna vez se alarga está bien, pero si continuamente necesitan más tiempo, puede pasar que se abandone la herramienta o no puedas dedicarle la atención que necesita.
No permitan interrupciones de los hermanos
Es importante que cada uno tenga su tiempo y que sepan respetar el de los demás. Recuérdales que ellos también tendrán su oportunidad y que les gustaría disfrutarla sin interrupciones (a menos que sea una emergencia).
Planifica de acuerdo a la edad
Obviamente es mucho más fácil planificar con niños pequeños pues sus intereses son mucho más amplios que los de un adolescente. Sin embargo, debes pensar qué puedes compartir con los hijos mayores. Cuida que no sea un tiempo solo para conversar y averiguar qué está pasando con su vida, decídete a compartir sus intereses en música o ayudarlo en algo que le cueste, al principio puedes encontrar resistencia, pero pronto aprenderá a valorarlo.
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