Son cientos los migrantes varados y se siguen acumulando. El número de carpas en los improvisados campamentos se duplicó. El compromiso asumido el 5 julio de 2019 por las naciones vecinas para integrar a los venezolanos no es patente todavía
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El gobierno de Sebastián Piñera ha intentado sin éxito matizar la magnitud de la crisis ocasionada en sus fronteras, en medio de la nueva solicitud de papeles y los muy lentos procesos de tramitación de visas.
Luego de trasladar el problema desde Chacalluta hacia los alrededores del Consulado en Tacna (Perú), donde improvisaron campamentos en la calle, las autoridades locales aseguraron que los migrantes habían ingresado al paísM; pero Aleteia pudo comprobar que un mes después, más de un millar espera ser atendido.
El ente diplomático chileno no se da abasto. Y la promesa de elevar en 5 el número de funcionarios consulares resulta insuficiente, considerando que al ritmo actual -de 50 documentos por día- les tomará un mínimo de tres semanas adicionales, sin siquiera considerar la llegada de nuevas solicitudes.
La “medio verdad” del gobierno chileno
En las últimas horas, funcionarios oficiales anunciaron que: “Chile entregará visa a los venezolanos sin necesidad de pasaporte”. Sin embargo, aunque viralizada en redes sociales, la afirmación no es del todo cierta.
La noticia dada por el Subsecretario del Ministerio del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, aplica “sólo para las personas que están en las afueras del Consulado de Chile en Tacna, que ya estaban en el registro de solicitud, y tengan un familiar directo en Chile”, explicó Guarequena Gutiérrez, diplomática designada por la Asamblea Nacional de Venezuela en ese país.
La funcionaria que representa a la administración de Juan Guaidó estimó además que la medida del Gobierno de Chile “se da enmarcada en la atención de humanidad que necesitan los venezolanos que están en las afueras del Consulado, migración provocada e impulsada por el régimen de Nicolás Maduro, razón por la cual los ciudadanos salen en precarias condiciones”.
El gobierno de Piñera admitió igualmente que tres cuartas partes de las visas tramitadas a venezolanas son rechazadas. Y aseguró que comenzarán a gestionar la entrega de “salvoconductos” a los mayores de edad que cumplan con los requisitos exigidos en la Visa de Responsabilidad Democrática.
Desde que se implementó ese instrumento legal en abril del 2018 hasta julio de 2019, el 11% de los migrantes venezolanas ha ingresado a Chile por esa vía, según las cifras publicadas por el Servicio Jesuita, el cual monitorea y atiende de forma directa el caso.
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Colas infinitas y “prioridades” interminables
Las colas son infinitas y las “prioridades” interminables, mientras se acumulan las esperas en medio de procesos lentos y engorrosos. “Han llegado personas de Perú y Chile llevando comida, colaborando con donativos. Porque son muchas las personas que no tienen, no tienen dinero”, explica en este aspecto Jessica Vivas en conversación con Aleteia.
La venezolana también es migrante, pero tras gestionar exitosamente sus documentos y obtener el ingreso legal, lleva dos semanas ayudando a organizar las colas y la atención de sus connacionales.
Explica que lo poco que tenían de dinero “lo gastaron en hoteles con la esperanza de salir rápido de la cola para obtener la visa; y siguen pasando los días, pero ni siquiera han tenido la oportunidad de entrar al Consulado”.
“Ellos gastan sus ahorros, y con lo que les queda de dinero terminan comprando una carpa para dormir frente al Consulado. Porque salen del Consulado y no los atendieron”, agregó.
Preocupa igualmente que “las familias que han salido de Venezuela se topan durante su viaje con una serie de situaciones de peligro debido a su edad, género o estado de salud, además de que el 66% carece de empleo, o trabaja informalmente; y el 43% tiene dificultades para encontrar alojamiento”, según revela una encuesta publicada por el Acnur.
La Agencia de la ONU para los Refugiados divulgó el viernes los resultados de un estudio realizado a 7846 venezolanos que emigraron. Según el informe, la integridad de estas personas “se encuentra en riesgo continuo durante su travesía a otros países”.
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Testimonios | Más de un mes en “lista de espera”
“Mi nombre es Johnny Rivera. Estoy con mi esposa desde el 23 de junio, hice la solicitud el día 25. Mi número (para ser atendido) es el 299. Tengo el documento de Antecedentes Penales apostillado, tengo oferta laboral, tengo AFP, tengo toda la documentación legal solicitada completa y no he podido entrar (a cita en Consulado), porque el proceso está demasiado lento”.
“Mi nombre es Diana Linares. Estoy desde el 21 de junio en Chacalluta. Me dieron una primera numeración. Luego me facilitaron este tiquete. Después hubo una segunda numeración. Me entregaron el número 310, pero todavía (1 mes después) no hemos pasado”.
Otros corrieron con todavía menos suerte, porque ni siquiera figuran en la “lista de espera” consular. Es el caso de Yoleida Márquez. “Estoy en Chacalluta desde el 27 (de junio), me dieron una cita, pero todavía no me han dado número”, se lamentó.
“Estamos hablando de alrededor de una numeración de unas 400 personas que no han podido ingresar, porque el procedimiento es muy lento y hay muy poco personal”, agregó María Rivas.
Se duplicó el número de carpas
Hasta el 12 de julio había al menos 50 carpas en los alrededores del consulado chileno en Tacna (Perú). Lo publicó Aleteia con base en declaraciones de César Ruiz, Coordinador del Proyecto Refugiados y Solicitantes de Asilo de Encuentros. Dos días después, el 14 de julio, ya superaban las carpas 115 carpas en el improvisado campamento, en espera de ingresar a Chile.
En ellas, “madres con niños a la intemperie”. Y es en “eso es lo que tenemos que pensar a la hora de buscar una solución”, dijo su homólogo del Servicio Jesuita al Migrante chileno, el sacerdoteJosé Tomás Vicuña, tras denunciar el temor de ver “familias cruzando por campos que pueden estar minados”.
Aunque Acnur acogió “con beneplácito la hoja de ruta acordada el 5 de julio por los gobiernos de la región para facilitar la integración de los migrantes y refugiados venezolanos”, se supone que habría “mejora de los proceso de registro y documentación”, Según lo documentado por Aleteia, en la práctica eso aún no ocurre.
Frontera Chile-Perú imágenes: