Una leyenda que habla sobre el origen del catolicismo en una localidad de Guayaquil (Ecuador)
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Ubicado al oeste de Guayaquil (Ecuador), el cantón conocido como Chongón se ha hecho famoso por una historia vinculada al desarrollo de la fe a nivel local y que hasta el día hoy suele despertar curiosidad, además de sonrisas.
Se trata del vínculo entre el patrono local, San Jerónimo, y un ícono ancestral de piedra conocido como el “mono de Chongón”.
“Besar la cola del ‘mono’ de piedra se convirtió en un hábito de quienes visitaban Chongón. Esto aseguraba buena suerte y ¡solucionaba problemas como evitar algún accidente en el retorno a la ciudad”, expresó a El Telégrafo Guillermo Cirino Preciado, habitante local.
Efectivamente -según el reporte publicado en este medio ecuatoriano y que hace referencia también al lbro Leyendas y tradiciones y páginas de historia de Guayaquil, del historiador José Gabriel Pino Roca-, cristianizar esta localidad costó mucho debido a la tradición de culto a ídolos tallados en piedra.
“Un grupo católico edificó su iglesia, pero le incomodaba que los pobladores que escuchaban la misa -en honor a San Jerónimo- salían directo a besar la cola del mono. La gente lo hacía porque era una costumbre”, expresó Preciado.
Fue así que de un momento al otro la imagen de piedra desapareció y esto le fue atribuido a fray Baltazar de la Cava
“Un día el cura, cansado de la idolatría al mono, lo mandó a enterrar, pero esa noche también desapareció San Jerónimo de la iglesia (se dice que fue una rebelión de los comuneros contra el sacerdote). Después de varios días encontraron a las dos imágenes juntas”, agrega Preciado.
Desde ese momento de decidió dejar que ambas imágenes estén juntas como “símbolo de amistad”. Así pues, quien llegue hasta el lugar donde se ubica la iglesia de San Jerónimo percibirá que a pocos metros al frente se encuentra la imagen del mono. Eso sí, el ícono de piedra fue colocado tan alto que ya nadie le puede besar la cola.
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Con información en base a El Telégrafo